La amistad entre un hombre y una mujer es posible. Siempre y cuando se cumplan una serie de pautas que marquen los limites de la amistad. Parece que la respuesta la estamos encontrando, como en casi todo, en la capacidad de las personas de conocerse a sí mismas y a su entorno.
De este modo, tanto los hombres como las mujeres podrán interpretar las señales de la manera correcta, sin comedia romántica de por medio. Si bien es cierto que, aunque la amistad es interpretada de manera distinta para un hombre o una mujer, pueden complementarse.
Mientras que los hombres desarrollan un sentido de la amistad basado en actividades, en pensamientos compartidos. Las mujeres son totalmente distintas. Prefieren basar su amistad en la intimidad, en los sentimientos y en las relaciones mucho más emocionales. El mix perfecto para poder establecer una relación más completa y duradera. Pero, ¿entonces qué falla?
El factor que puede dañar este vínculo es la atracción sexual. Según un estudio llevado a cabo por la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología no sabemos interpretar las señales de interés sexual cuando nuestra amistad pertenece a otro género.
«Hacer un buen ejercicio de nuestra inteligencia emocional es imprescindible para poder entender a la otra persona y desarrollar esa amistad con el otro género»
Por un lado, las mujeres interpretan dichas señales como amistad y los hombres pueden percibir esa amistad como interés sexual. Y aunque este aspecto puede dificultar la relación entre un chico y una chica, no es imposible.
En el pasado era prácticamente imposible entablar una relación de amistad entre hombres y mujeres ya que estaba mal visto. Y se consideraba que solo se podían establecer relaciones con el sexo opuesto por cuestiones puramente románticas o reproductivas. Pero, los tiempos cambian.
Desde que en la actualidad los hombres y mujeres hacen cosas en común como estudiar o trabajar juntos esta situación se ha normalizado. Ahora los milenials están desarrollando menos dificultades a la hora de entablar y mantener amistades con el género opuesto.
«Una de las claves para que este tipo de relación funcione es ponerse límites a uno mismo y a los demás»
Aún así, para evitar confusiones, una de las claves para que este tipo de relación funcione es ponerse límites a uno mismo y a los demás. Al fin y al cabo, respeto y limites es algo que inconscientemente imponemos incluso con nuestras amistades del mismo género.
También, es muy importante superar como personas nuestros instintos más básicos. Hacer un buen ejercicio de nuestra inteligencia emocional es imprescindible para poder entender a la otra persona y desarrollar esa amistad con el otro género. Al fin y al cabo, la amistad entre un hombre y una mujer es una de las relaciones más completas y sanas que pueden existir.