Si hacer ejercicio es bueno, hacer más ejercicio solo puede ser mejor, ¿verdad? Pues no exactamente. Demasiadas visitas al gimnasio o sesiones de cardio en exceso en realidad podrían dar al traste con esos avances por los que has estado trabajando. O peor aún, podrían estar dañando tu corazón y arterias o incluso haciendo que tu cerebro se vuelva adicto al ejercicio.
Se supone que hacer deporte es, en general, beneficioso. Puede ayudarte a mantener un peso saludable, mejorar su salud cardiovascular e incluso evitar la depresión . Pero, como la mayoría de las cosas, no es recomendable abusar de ello. Hacer demasiado ejercicio puede tener serias consecuencias para el cuerpo y el cerebro. Pero, ¿qué es exactamente «demasiado» ejercicio ?
Bueno, depende de factores como la edad, el estado de salud y los entrenamientos que se estén realizando. En general, los adultos deben realizar alrededor de cinco horas a la semana de ejercicio moderado o dos horas y media de actividad más intensa. Más allá de esto, los beneficios para la salud no aumentan.
En general, los adultos deben realizar alrededor de cinco horas a la semana de ejercicio moderado o dos horas y media de actividad más intensa. Más allá de esto, los beneficios para la salud no aumentan.
Un estudio (poco sorprendente, por otra parte) descubrió que aquellos que corren moderadamente tenían un menor riesgo de muerte que las personas que no hacían ningún ejercicio. Pero, en un giro sorprendente, algunas personas que corrían a un ritmo más rápido durante más de tres veces por semana parecían presentar un riesgo similar de morir momentáneamente que los no corredores. Por lo tanto, ejercitarse demasiado y con demasiada intensidad parece «deshacer» algunos de los beneficios para la salud obtenidos al hacerlo regularmente.
Los ejercicios de resistencia extrema, como los ultramaratones o los famosos Iron Man, pueden provocar daño cardíaco, trastornos del ritmo y arterias sobredilatadas. Los expertos creen que la resistencia extrema exige demasiado al sistema cardiovascular. Parece ser que la actividad extrema y repetida puede «remodelar» el corazón, y engrosar las paredes musculares y el tejido cicatricial.
Las mujeres corren el riesgo de sufrir tres problemas en particular al ejercitarse en exceso: pérdida de la menstruación, osteoporosis por pérdida de minerales óseos y trastornos alimenticios. Estos síntomas generalmente surgen de una combinación de ejercicio excesivo y restricción calórica. En los hombres, se ha demostrado que el ejercicio intenso disminuye la libido, posiblemente debido a la fatiga física y a los niveles más bajos de testosterona que este exceso conlleva. En ambos sexos, el ejercicio excesivo aumenta el riesgo de lesiones como tendinitis y varios tipos de fracturas por estrés.
Si bien el ejercicio moderado en un principio puede fortalecer el sistema inmunológico, tras un período de actividad muy intensa, existe una «ventana abierta» de hasta 72 horas de inmunidad deteriorada. Esto básicamente significa que los virus y las bacterias lo tienen más fácil a la hora de invadir e infectar el cuerpo.
Tras un período de actividad muy intensa, existe una «ventana abierta» de hasta 72 horas de inmunidad deteriorada. Esto básicamente significa que los virus y bacterias lo tienen más fácil.
Sabemos que el ejercicio excesivo puede causar graves estragos en el cuerpo, particularmente en el corazón, y los sistemas locomotor e inmunológico, pero para miles de personas en todo el mundo el ejercicio se ha convertido en una obsesión malsana. Los síntomas de la adicción al ejercicio incluyen, como en cualquier otra dependencia, la abstinencia, que se manifiesta en este caso en forma de ansiedad o agotamiento cuando no se realiza el entrenamiento deseado. Todo esto puede derivar en una total falta de control e incapacidad de reducir la cantidad de ejercicio. Incluso cuando uno sabe que se está haciendo daño. En cualquier caso, lo mejor es siempre buscar ayuda profesional.
Como conclusión, es importante entender que de ninguna manera hay que renunciar al ejercicio. La clave es, como con todo, mantenerse en niveles sanos tanto física como mentalmente. Siéntete libre de salir a correr. Pero ya sabes, no todo el día, y con tranquilidad.