Quien visita Maldivas coincide con una vieja leyenda que dice que, en algún momento, una mano invisible debió tomar un pedacito del Edén para luego espolvorearlo sobre nuestro planeta, con tal acierto que cayó magistralmente en forma de unas 1.200 islas sobre el océano Índico.
Dispuestas en 26 atolones en un territorio total de 750 km. a través del océano, las Maldivas configuran el país más plano del mundo. Sus playas de arena blanca, salpicadas por exuberantes palmerales y cocoteros, se han convertido en
un exclusivo destino donde desconectar de la cotidianidad y acercarse al Paraíso. Pero si las imágenes de sus impresionantes resorts nos dejan sin palabras, el fondo marino que se oculta tras ellas no tiene nada que envidiar. Así, las Maldivas hacen las delicias de los buceadores expertos y aprendices que cada año se deciden a explorar sus profundidades, especialmente en
Baa Atoll, declarado
Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Cada una de las islas que configuran las Maldivas, no tiene más de un kilómetro cuadrado de extensión convirtiéndose en pequeñas capsulas de Paraíso con propiedades muy diferentes entre sí, con su propia esencia natural y peculiaridades, pero determinada, en la mayoría de los casos, por las dimensiones y profundidad de la barrera de coral que las rodea, su atolón y el lugar que ocupa en el Océano. Siempre rodeadas por esa maravillosa laguna de tonos turquesa, se pueden encontrar algunas islas con largas lenguas de arena que se pierden en el mar o vistosos arrecifes de coral que se han convertido en hogar de cientos de peces de colores, tiburones, mantas raya, tortugas o incluso el majestuoso tiburón ballena.
Además, la mayoría de las islas turísticas –unas 150 aproximadamente– siguen el concepto ‘One island, One resort’. Así, cada cadena hotelera imprime su propio estilo y saber hacer, generando un concepto único y una amplia variedad de propuestas para el destino. Diversos estilos, distintas instalaciones y la variada oferta de experiencias terminan configurando la personalidad de cada una de estas islas donde se pueden disfrutar cines al aire libre, una noche de glamping bajo las estrellas o románticos cruceros al atardecer, entre otras muchas actividades.
Si las Maldivas, siempre se han considerado un paraíso, recientemente han sido reconocidas como el
Mejor Destino del Mundo 2020 según los
World Travel Awards. Premio recibido en gran parte por su belleza, pero también por su rápida capacidad de respuesta a los cambios del último año y su adaptación a la Nueva Normalidad. A su estilo habitual con habitaciones en formato de villas independientes y grandes espacios abiertos que favorecen la privacidad e invitan a mantener las distancias de manera espontánea, se han sumado rigurosas medidas de seguridad y garantías de salud e higiene.