Malú libra sus ‘Mil Batallas’, en el Wizink Center, en su paso por Madrid

Pasaban un poco de las 21.30h  cuando las luces se apagaban y comenzaban a sonar los primeros acordes. Un público emocionado gritó tras verla aparecer cantando Ingobernable y ver como de la pasarela del escenario aparecía una especie de fuente que se movía al ritmo de la canción. Continuó con una de sus últimas canciones Abran fuego para seguir con su Contradicción y sacar una de las partes más rockeras del concierto.

Como bien nos tiene acostumbrados en sus conciertos, el primer cambio de look no tardó en llegar con un mono negro ajustado. Al grito de MADRID el público enloqueció y empezaron a gritar “la jefa ha vuelto”. Ella muy emocionada no tenía palabras de agradecimiento para el público, pero sí que dijo “me gusta que cuando entréis a mis conciertos pensemos solo en esto, en lo que vamos a vivir esta noche y dejemos fuera todo lo demás”.

Me fui, Deshazte de mí y Deshielo hicieron brillar el escenario cada vez que la artista ponía el micro hacia el público para que cantara y bailara. El escenario se llena de unos solos de guitarras espectaculares, mientras ella se va a hacer otro cambio de ropa. Reapareciendo con una falda de tul negra larga y un body plateado y con flecos. Llegamos a un momento de calma con la canción que da nombre a su nuevo disco Mil batallas creando una atmósfera de color azul tras ella gracias a la cortina que incluye como parte del montaje.

Después de tantos años en la música, Malú asegura que no puede cantar ya todos los temas en directo porque no hay tiempo, pero sí que tiene preparada una sorpresa para sus fans. Un pequeño remix con éxitos como Duele, Me quedó grande tu amor, Te conozco desde siempre y A esto le llamas amor. De nuevo, Malú sorprende a sus fans con un cambio de ropa quitándose la falda de tul y quedándose con una falda corta acompañada de flecos negros.

Los clásicos siempre tiran y quedó corroborado en el concierto gracias a las canciones Que nadie, Devuélveme la vida o Vuelvo a verte que ya cantó en su disco de duetos. En esta gira tan especial para la cantante en donde ha reconocido que es la primera vez que se emociona tanto al prepararla no faltaron detalles. Desde el agua en la pasarela del escenario, los fuegos, el ventilador y una gran proyección en el fondo con las pantallas en donde no pararon de mostrarse desde sus videoclips como elementos de agua y bloques de casas.

Con Secreto a voces fue la primera vez que se paseó por la pasarela para sentirse más cercana a sus fans. De la parte más rockera volvemos a la parte más íntima en donde empieza a sonar el piano, el escenario se pone con luces más tenues y nos deleita con canciones como Ángel caído y Ni un segundo. El momento de relax dura poco con el regreso de dos canciones míticas como Toda o No voy a cambiar en donde el público se dejó la voz desde el segundo uno.

Se despiden por primera vez del público y al salir se dirige a sus fans diciendo “este show está lleno de canciones importantes para mí y quedan canciones muy especiales todavía”. No podía ser de otra manera que sus canciones especiales fueran Tejiendo alas y su ya mítico Aprendiz. Ahora sí, se acerca el final con su Blanco y negro y como sorpresa empezaron a caer globos del techo con esos colores. Así el Wizink Center se teñía de globos y confeti para despedirse con Como una flor.

Sin duda, Malú te eriza la piel con cada letra que sale de su boca, es una artista en todos los sentidos y sobre los grandes escenarios sobra una fuerza y dimensión extraordinaria.

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Texto: María Tobajas