La firma MANÉMANÉ ha sido la encargada de inaugurar el segundo día consecutivo de desfiles de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, en un desfile compartido con el diseñador Moisés Nieto.
Siluetas descontextualizadas y una nueva visión de futuro, con cierta mirada al pasado, son algunas de las muchas cosas que comparten también MANÉMANÉ con su compañero de pasarela Nieto. El diseñador trata de buscar “un nuevo orden y equilibrio dentro de un caos generado por disparidades entre los elementos, que han sido la base de las creaciones”. Y esas mismas creaciones son las que dan la opción de una interpretación libre y caótica a la vez.
Lana, pana, seda y algodón son algunos de los tejidos que se superponen, haciendo una contextualización de lo desligado. Pantalones delineados, que podríamos denominarlos anchos, rebecas y jerséis oversize, en la línea del resto de chaquetas anudadas, minivestidos y shorts de licra. A lo que colores se refiere, las tonalidades han rozado lo espeso. Verdes apagados, ocres e incluso violetas. No ha faltado tampoco el marrón y el negro, y como colores estrellas de los detalles (en cintas y solapones, algunos con las letras de la firma) el blanco y el azul marino.
Como complementos, cinturones XXL, bolsos estilo cartera a modo de bandolera, zapatos que bien podrían recordarnos a los de las concubinas de la antigua China, con plataformas de vértigos amarrados a la pierna con un cordón y botas en pico de micropana, algunas decoradas con hebillas a modo de antifaz.
Parece ser que la firma no solo coincidió con Moisés Nieto en la pasarela, sino que ambos también coinciden en gustos, colores y diseños. Quizás lo más sorprendente sea que ambos han optado por usar, o mejor dicho, por no usar los remates, dando así un toque destructivo a sus creaciones deshilachadas.