Ya era hora de que España apostara por la moda masculina, esa moda olvidada que es más importante de lo que muchos creen. ¿Pero cuál es la firma que suena y resuena entre los más fanáticos? Mans Concept, quien ayer presentó su nueva colección ‘Phillipe’, en Casa Velázquez.
Esta colección abre un nuevo capítulo en el periplo que hila las colecciones de la firma, así como una nueva etapa para la firma y su diseñador, Jaime Álvarez.
La inspiración nace gracias al viaje onírico al dulce y al próspero find de siècle francés que ha elegido dicha localización, por su significado y trayectoria.
’Phillipe’ supone el debut del diseñador en la pasarela madrileña, y es el resultado de la unión de la cultura contemporánea, la cual se anexiona, funde y combina con la sastrería más tradicional. “La colección mezcla lo mejor de la vanguardia y de lo tradicional de la sastrería. Nuestra inspiración nace del impresionismo francés y pretende reinventar la figura masculina, e incluso puede que feminizarla”, nos cuenta el diseñador Jaime Álvarez.
La colección propone una delicada experimentación de la silueta masculina, poniendo su sello y su identidad (la sastrería) a merced de la nueva y contemporánea idea de masculinidad: pantalones de talle alto, fajines, cazadores y americanas cortas arman y ponen acento a una discreta y a la vez elocuente virilidad.
Por el contrario, los pantalones de cintura y pierna extra ancha son encargados de dar el volumen y la fluidez, formando un bloque con propuesta al lado más onírico del concepto.
Aunque eso no es todo, porque también cabe destacar los diseños que el diseñador ha reinventado en colecciones anteriores, como la chaqueta sobrepuesta hasta el costado.“Esta colección es un punto y aparte. Es más madura, más profesional, donde se ve claramente que la marca se ha reinventado”; nos explica el diseñador.
“Esta colección es un punto y aparte. Es más madura, más profesional, donde se ve claramente que la marca se ha reinventado”; nos explica el diseñador.
En cuanto a los tejidos, se combinan los clásicos mil rayas con paños y cashmeres para abrigos y chaquetas, potro y cordero para prendas de exterior. Jerseys de punto con tejidos fantasía y popelines de algodón para camisas y pieles para el calzado.
La paleta cromática gira en torno a bases blancas y negras que se entremezclan con tonalidades naranjas, rosas, lilas y azules, mostrando esa atemporalidad artesanal y sostenible por la que muchos creadores están apostando, cada vez con más fuerza.