La presentadora, el 16 de octubre de 1996 Telecinco hizo le dio la bienvenida al magacín Día a Día, presentado por María Teresa Campos. La revista empezó de forma muy original con un sketch protagonizado por la presentadora y Paco Valladares.
En esa primera emisión, María Teresa Campos dijo que era su primer día en ese espacio y que estaba «nerviosa» a pesar de haber recorrido «muchos kilómetros» en el trabajo. Esto no supuso que no tuviera esa sensación de «ese gusanillo» por iniciar algo nuevo.
Lamentablemente, la presentadora Maria Teresa, falleció a sus 82 años, el día lunes, en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, debido a un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda.
Su primera vez y quedo en blanco
En el cual, es imposible olvidar algunos momentos en su paso por la televisión, cuando la presentadora en el programa ´Día a Día´, tenía nervios de iniciar su nuevo trabajo e indico: «Cuando me he despertado esta mañana me he dado cuenta de que es el primer día del resto de mi vida», destacó la presentadora, antes de comenzar a contar como se desarrollaría al nuevo programa.
Pero a pesar de iniciar el magacín de forma alegre para aliviar la tensión, María Teresa Campos declaró que de los nervios ha «quedado absolutamente en blanco» y no sabía «qué hacer». Sin embargo, la presentadora tenía experiencia y supo solucionar el accidente.
El miedo que le da los ascensores
En el que aseguró Teresa que no le gustan los proyectos que estén encerrados y no salgan, por lo que la presentadora indica, que es una mujer activa y le gusta estar en esas situaciones, por lo que indico que le dan miedo los aviones y los ascensores. No obstante, tampoco acudía a fiestas o reuniones en casa de amigos que vivieran encima de un octavo piso.
No obstante, su incursión en el mundo del ´reality´al estilo Kardashian, de la mano de sus hijas, Terelu y Carmen, en el que animaron a su madre a que mostrará su lujosa mansión en la urbanización madrileña Las Rozas. En el cual cuenta con 15 baños, 12 dormitorios, dos cocinas y tres salas de estas, piscina climatizada, un salón amplio, cine y por supuesto un ascensor, que por consecuencia le tocaba utilizarlo día a día y ella prefería las escaleras aunque fuera más incómodo, pero muchas veces no podía.