Mario Casas debuta en el cine como director y lo hace con ‘Mi soledad tiene alas‘, una película protagonizada por Óscar Casas y Candela González, donde ha conseguido crear una magia tan atrevida que habla más de él, que de los propios personajes. El film trata sobre la historia de tres amigos que viven en un barrio marginal y, por problemas de la vida, acaban delinquiendo hasta que todo se tuerce, un brutal suceso, cambiará el destino de los protagonistas huyendo de su lugar de origen y buscando un futuro mejor, algo que posiblemente, acabe truncado. Algo que quizás hable mucho de Mario Casas, la persona que se encuentra detrás de esta historia, el personaje que hace que todo esto tenga sentido, el actor menos valorado de este país y que no dejará de darle al cine español todo su alma para conquistar la gran pantalla.
‘Mi soledad tiene alas’ habla de la vida, de lo personal, habla de todas aquellas personas que sufren en silencio y soledad todos los días y le da alas para volar y llegar lejos. Pero, hay momentos en los que la vida no deja de darnos palos y no queda otra que aprender de ellos y seguir superándose. Quizás algo que le pasó al director de esta película, algo que le llevó a ser quién es hoy día. El film tiene un ritmo frenético y muchos guiños a todos los personajes que han pasado por la carrera del autor, desde Hache en ‘A tres metros sobre el cielo’ hasta la locura de ‘Grupo 7‘ o la insensatez de sus primeros personajes. Esta película bebe de Cine Español y es un homenaje a las alas que le hicieron crecer mientras que no se le valoraban en la industria.
En cuanto al reparto de la película, quizás haya sido todo un acierto contar con su hermano Óscar Casas, como protagonista de esta historia. Una persona que se parece mucho físicamente a ti y que empatizará mucho más con el público. Hace un trabajo de interpretación sublime y se come cada segundo del metraje, es su mejor personaje hasta la fecha, algo que tampoco era complicado, ya que los anteriores no le dejaban hacer este tipo de interpretaciones. Pero, sin duda, el gran descubrimiento es Candela González, la actriz no profesional es el alma de esta película, el motor de unas interpretaciones brutales y que hacen que el film brille de una manera que no es normal, esta chica es un diamante que podría llegar a coronarse con el Premio Goya a ‘Actriz Revelación’, su sensatez, sus miradas y sus silencios, son dignos de admirar.
Mario Casas ha llevado al cine su gran obra de arte y hay óperas primas mucho más »malas» que esta película, sin duda, un digno debut sobre la mesa que no será nada valorado por los académicos y que seguro que triunfa en salas, teniendo como antecedente, el apellido Casas. Una película con alma que te llevará a otro lugar y te hará olvidar a aquel actor que se quitaba la camiseta. Bravo. (Valoración: 8/10)