Hermès presentó en París una colección muy sencilla pero a la par elegante, en la los vestidos de piel demostraron la capacidad de la casa francesa para trabajar materiales difíciles.
Vivimos en una época en la que la audiencia está cada vez más concienciada y denuncia a través de las redes sociales cada injusticia. Pero recordemos que la fama de Hermès comenzó a partir de sus alforjas de cuero. ¿Podrá la marca salir ilesa de la polémica que despierta el uso de piel animal?
Su directora creativa, Nadège Vanhee-Cybulski pecó en esta nueva colección con el abuso del cuero. Sin embargo, dejando este tema aparte, la colección en sí es impecable. La diseñadora ha conseguido que las prendas más masculinas desprendiesen sensualidad.
“Tenía el tema de la artesanía y el concepto de taller a lo Carl Auböck en Viena”, explicó, en referencia a la compañía de diseño modernista que ya se alarga cuatro generaciones y presenta de espíritu muy afín al de Hermès.
Sin duda, una colección pura y minimalista que se focaliza en la silueta y en el material. Lo que no sabemos con exactitud es si el legado del cuero que distingue a Hermès tiene los días contados.
