El mes de junio ha llegado más fuerte que nunca. El sol brilla calentando todos los hogares, la primavera ha pasado por nuestra vida olvidándose hacer parada en nuestros corazones, los pájaros regresan a cantar como el primer día y las olas del mar se visten de gala para recibirnos tras meses de abandono. El verano está cerca, está llegando.
El verano es una de las estaciones del año más querida entre los ciudadanos, el calor, el clima, el ambiente y las vacaciones, son producto de cada una de las carcajadas que resaltan en la temporada estival. Hemos vivido una pandemia que nos ha robado la primavera, pero nos ha regalado cosas maravillosas, momentos icónicos y sentimientos únicos. Hemos recuperado las horas de compañía con nuestras familias y algún kilo de más. ¿sabes cuántas horas te quedaban antes del Estado de Alarma para vivir con tu familia a lo largo de tu vida?. Cada uno tiene su experiencia y situación, si ves a tus padres, los fines de semana, si los ves una hora al día o si lo ves una vez cada tres meses, si cuentas las horas es mucho menos de lo que la pandemia, te ha regalado, no te quejes.
Ahora, que nos robaron los abrazos, la familia es la mejor medicina
Hace años que no cantabas con tu madre o jugabas con tu padre al parchís. Ellos están contentos de que tu estés en el hogar familiar y te conviertas en su rutina más agradable, aprovecha el momento y piensa el tiempo que has perdido, no sirve de nada el agobio, una sonrisa de tus padres, lo sana todo. Con ellos, disfrutas de la robada primavera en el jardín o de la cultura nacional que exponen en televisión, lo que tienes que tener claro, es que este regalo, nunca se repetirá. Tres meses en casa, en familia, con el amor de los que te quieren y que descuidaste con tu lejanía. Ahora, que nos robaron los abrazos, la familia es la mejor medicina
En el planeta, hay dos tipos de personas, los que se toman la vida con sonrisas y cánticos y los que se comprometen a tomarse la vida sonriendo, pero realmente, solo se quejan y no empatizan con su alrededor. No nos damos cuenta pero ya que nuestro yo del futuro, ha hablado, centrémonos en vivir en presente, cuidar a la familia y a nuestro alrededor. Respetemos el medio ambiente, empaticemos con aquellas personas que tienen problemas más graves que los nuestros y no dudemos en ayudar a quién lo necesite, la sonrisa de esa persona, puede convertirse en tu mejor recuerdo. Da igual su color, su edad, su etnia o su complexión, si necesita ayuda, deberíamos mostrar nuestro apoyo. No tenemos que ser egoístas, tenemos que vivir para hacer crecer a la humanidad, llenar de buenas personas el mundo y convertir nuestros días en momentos único e irreemplazables.
No tenemos que ser egoístas, tenemos que vivir para hacer crecer a la humanidad, llenar de buenas personas el mundo
La vida nos está dando una segunda oportunidad con la mejor de las compañías: un planeta renovado y un entorno rico en cariño que nos hará crecer y vivir la experiencia de la vida a gran escala. Coge las riendas, disfruta, lucha por tus sueños y vive cada segundo como si fuese el último. No olvides a tu familia y empatiza con el medio ambiente, para que nuestros sucesores disfruten del paraíso que tenemos como hábitat.