Silencio y completa oscuridad. Empieza a sonar la música y una tenue luz blanca aparece descubriendo a una bailarina que danza contemporáneo en el medio de la sala mientras pétalos de rosa caen sobre ella. Tras unos minutos, sale de la penumbra un segundo bailarín y, tras él, una sucesión de modelos. Así da comienzo la presentación de la nueva colección primavera-verano 19 de Dior en la Semana de la Moda de París.
Desde que Maria Grazia Chiuri llegó al mando de la dirección creativa de la firma, Dior no ha dejado de sorprender con su puesta en escena a la hora de mostrar sus últimas creaciones; y en París, ciudad del nacimiento y sede principal de la maison, esto debía hacerse a lo grande. En palabras de Chiuri: «La radicalidad de los gestos de la danza contemporánea estimuló mi imaginación». «La danza habla sobre el cuerpo, sobre la libertad. Y esos elementos están igualmente presentes en la moda».
Así, mientras un grupo de bailarines ejecutaba una coreografía, disperso por toda la superficie de la pasarela, Dior presentó para la temporada SS19 una propuesta fina, delicada y relajada, totalmente acorde al estilo de danza elegido y a la ambientación del desfile. Looks compuestos por prendas fluidas en una gama de colores neutros, fáciles de llevar en el día a día.
Dior ha dejado claro que vuelven de forma muy fuerte las prendas de red, las cuales han estado presentes en una gran parte de los looks que desfilaron por la pasarela, la mayoría de ellos basados en la superposición de prendas. La red se ha dejado ver, no solamente en las capas más bajas en forma de cuerpos y faldas, sino también sobre ligeros vestidos y bodies.
En cuanto a la gama de colores escogida, destaca claramente el nude, tono asiduo en esta última etapa creativa de la firma. Además de éste, el verde militar también tuvo gran importancia en aquellos conjuntos compuestos por cuerpos de corte más masculino, y fluidas y femeninas faldas de tul y transparencias.
Otro elemento a destacar son las pinceladas setenteras que bañaron una pequeña parte de la colección presentada. Concretamente, la maison ha apostado por el efecto tye-dye para la próxima primavera, especialmente para aquellas prendas más holgadas y de aspecto más relajado.
En cuanto a los diferentes tejidos y materiales predominantes, encontramos el tul, la seda, la lana y el algodón.
Tanto el calzado como los accesorios que la totalidad de las modelos lucieron en sus recogidos, son totalmente acordes al mundo que ha inspirado a la maison a la hora de crear la colección. “Hemos querido transformar el código de Dior de tal forma que las prendas puedan ser usadas para bailar”, explica Chiuri.
Una vez más, Dior ha conseguido crear una colección fina, elegante, delicada, fácil de integrar en el día a día. En definitiva, una colección totalmente impecable, con una puesta en escena que no solo dejó clara la relación existente entre la mujer y la danza, sino también la perfecta obra que se puede conseguir al fusionar diferentes artes, como es claramente la moda.