Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma y parece que esto es lo que está pasando en el mundo de la moda. Las crisis de la Covid-19 ha sido un duro varapalo para este sector que ha tenido que adaptarse y renovarse ante la imposibilidad de llevar a cabo sus colecciones y todo lo que les rodea como antes.
Los desfiles son la parte que más ha sufrido el confinamiento y la distancia social, ya que no solo en España nos hemos quedado sin estas presentaciones, sin disfrutar en vivo y en directo de la pasarela y sin poder ser testigos presenciales del ruido que se genera cada vez que un diseñador saca a la luz su último proyecto.
Moschino es una de esas marcas que se ha tenido que adaptar a la nueva realidad pero sin perder su esencia y sin dejar de sorprendernos. La firma italiana liderada por Jeremy Scott presentó hace unos días su colección Pre Fall 2021 bajo la atenta mirada de todos. ¿Cómo sería? ¿Que formato utilizarían? ¿Habría afectado el coronavirus a la línea creativa? Estrenaron la colección crucero a través de la publicación del shooting con las prendas y modelos que proponen para esta temporada. Y como no, una vez más, nos ha dejado con la boca abierta.
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Moschino continúa con su aire ciertamente marciano como ya pudimos ver en el desfile de otoño-invierno 2018/2019. A esto se le suma un estilo retro años 60, con una estética que nos recuerda a la mismísima Jackie Kennedy pero viviendo la Dolce Vita junto a Monica Bellucci.
Los treinta looks del singular desfile juegan al despiste entre los volúmenes y volantes y las prendas ceñidas, con patrones clásicos como vestidos midi ajustados con escote palabra de honor, dos piezas de chaqueta y falda a lo Chanel y pantalones anchos con corte recto. Por otro lado, también presentaron piezas más rompedoras como chalecos, conjuntos tipo chándal y vestidos sudadera.
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La colección se divide en tres partes claras: la primera, que destaca por los colores vivos, el estampado de lunares y los volúmenes; la segunda, con estampados más originales y con tres colores predominantes: negro, blanco y rosa palo. Y la última como una alegoría a Italia, con la bandera o los colores presentes y bien visibles en todas las prendas.
La paleta de colores en la que se basan las prendas podría resumirse en 8 tonos: amarillo, azul, rosa, negro, rojo, naranja, blanco y verde. Estos colores son una apuesta fuerte para la próxima temporada y nos dejan entrever que inundarán nuestros armarios de pura vitalidad. Moschino apuesta por la alegría sin olvidar la elegancia del blanco y el negro. En cuanto a los estampados, en la primera parte de la colección los reyes son los lunares, un estampado clásico y que triunfó en los años 50 y 60. En la segunda parte, nos encontramos con un estampado muy original: el bolso-chaqueta que presentó la firma hace un par de colecciones y que se convirtió en un must ahora se plasma en vestidos, monos y trajes. Además de este, el logo también se convierte en estampado de las prendas, solo o combinado con flores jugando a mix & match.
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Pocos diseñadores se han atrevido a teñir las prendas con los colores de la bandera de un país y en este caso Moschino ha jugado con la italiana. La bandera de Italia tiñe algunas piezas de la colección, haciendo quizás un guiño a este país, a su tradición y respeto en la alta costura y como apoyo a la situación vivida. Algunas de las prendas tienen a modo de detalles tachuelas y cadenas para añadir un aire gamberro al look.
En cuanto a los patrones y formas de las prendas, Jeremy Scott ha apostado por la versatilidad y la reinvención de los clásicos. Los vestidos se ajustan con un corte midi, ya sean de tirantes, de manga corta o de manga larga, de cuello redondo o con escote. Las faldas lápiz son también un punto a destacar al igual que las chaquetas bomber y los chalecos. Lo que más destaca de la colección son los conjuntos y dos piezas, ya esten compuestos por americana y falda, blusa y pantalón o tipo chándal con un toque más urbano. En cuanto a los pantalones la tendencia es el corte recto y de pata ancha y el estilo baggy.
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Los bolsos son el accesorio perfecto para acompañar estos looks y encontramos diferentes formatos como tote bags, mini bolsos y mochilas. Llama la atención y marcan la diferencia un mini bolso con forma de camiseta y el bolso-chaqueta que ya hemos mencionado antes. Son un auténtico must para cualquier adicto a estos complementos.
En resumen, esta colección crucero es la prueba de que la moda resurge ante cualquier situación y se vuelve invencible.
