Sí, esto ha llegado a su fin, con el fin de Starlite Catalana Occidente llegó el final del verano y la vuelta a la rutina (bueno, eso que nunca he dejado yo durante el verano). El último de los artistas en darse cita sobre el escenario de las estrellas ha sido Myke Towers, el artista puertorriqueño confesó que vendría a romperlo todo y así fue, entre gritos y jaleo, el público marbellí recibió al cantante.
La noche comenzaba con un comienzo de velada un tanto descafeinado con la puesta en escena de DJ Ponce que daría el pistoletazo de salida al último concierto de la temporada, el dj se encargó de subir la temperatura del auditorio para que cuando llegase Towers, todo estuviese listo. Así fue, tras su intervención – de apenas 10 minutos– aterrizaba Myke Towers en el escenario de Starlite para arrasar y darlo todo – cuando hablo de darlo todo, me refiero a sudar, bailar y perrear, porque la voz, no es su punto fuerte– y hacernos sentir como si estuviésemos en una discoteca.
El artista diseñó un set list donde todos sus éxitos y colaboraciones más importantes desde el comienzo de su carrera se dieran cita en Marbella y bajo un manto de estrellas que despediría la última jornada. El cantante nos preparo temas como ‘Burberry’, ‘Si se da’, ‘Jeepeta’ o ‘Caramelo’, además de colaboraciones como ‘La tóxica’ o ‘Pareja del año’, junto a Sebastián Yatra – que, por desgracia, no asistió y poco pudo hacer el cantante para mejorar la versión. También, nos sorprendió con un gran momento de la noche y fue cuando eligió a dos personas del público para hacerse una foto con ellos sobre el escenario y de esta manera acercarse más a su público, un público que cumplió todas las medidas de seguridad y que convirtieron, como cada noche, la cultura en un acto seguro.
Si algo tenemos claro, es que Myke Towers se convirtió en el rey de la fiesta en el festival marbellí, no por nada, si no porque canción que cantaba, auditorio que se caía. Nuevas, antiguas o desconocidas, el artista cosecha unos seguidores fieles a su música y que lo dieron todo junto a su ídolo – aunque, en mi caso, no puedo opinar lo mismo, su voz no fue irresistible- y, además, entre gritos de ‘otra, otra’ ampliaba su repertorio Myke Towers para sorprender a su público, una vez más- aunque su concierto no durase ni 90 minutos. El cantante culminó el concierto tras minutos de adrenalina entre aplausos y gritos de ‘otra, otra’.