No todos los días podemos encontrarnos sobre los escenarios una historia de estas características. Un monólogo sobre la mujer, sobre la pasión absoluta y la lucha interna que cada una siente en la temida crisis de los cincuenta. Y de esa idea rompedora nace La Petite Mort. Para mostrar en el teatro una realidad que a ojos de la sociedad (y de los hombres) es un tema tabú.
Hoy disfrutamos del café calentito de febrero con Natalie Pinot, actriz protagonista de La Petite Mort para descubrir todos los detalles que se esconde detrás de esta obra. Detrás de este texto sincero, realista y revelador sobre una mujer que se deja llevar por una pasión desenfrenada aún sabiendo que no llevará a ninguna parte.
En palabras de la propia protagonista, ¿de qué va La Petite Mort?
Es una obra sobre una mujer profesionalmente realizada. Diputada, madre y divorciada que, al llegar a los cincuenta, vive una pasión desbordante y absoluta, muy de adolescentes. La Petite Mort es un viaje interno donde la mujer comparte con el público su propia entrega a esa pasión, esas emociones y pensamientos.
“Un lenguaje claro y directo al corazón de los espectadores” (Teatro Lara)
¿Cómo surge esta obra?
Durante el confinamiento, Lola Casamayor y yo desarrollamos un proyecto junto al Instituto Francés de lecturas dramatizadas en formato online y La Petite Mort fue la primera que hicimos. Una adaptación cortita de la novela Passion simple de Annie Ernaux (una conocida historia francesa con tintes autobiográficos). La lectura salió muy bonita. Gusto tanto entre los asistentes que Eduardo Recabarren impulsó el proyecto del monólogo teatral. En esta adaptación hay varias cosas que cambian, ya no es un resumen, pero la esencia de la novela sigue estando allí.
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¿Hay mucho cambio para una artista entre una obra convencional y un monólogo, el enfrentarse sola al público y al escenario?
A mi me encanta trabajar rodeada de grandes compañeros. Cuando hay muchos actores es muy divertido todos los cambios y movimientos. Pero, por otra parte, en el monólogo se establece con el público una conexión mucho más especial. Un lazo muy fuerte ya que el público es ahora tu compañero de viajes, tu apoyo más importante.
No obstante, el que sea un monólogo no quiere decir que no haya un gran equipo alrededor: iluminación, sonido (Aintzane Garreta), fotografía (Jean Pierre Ledos), vestuario (Mer la Costu), dramaturgia (Eduardo Recabarren), arreglos musicales (Carlos Fesser)… La música es muy importante en La Petite Mort, las canciones y arreglos son impresionantes y maravillosos. Con la música, el vestuario, las luces… una se siente arropada en el escenario.
“Tú te encuentras en uno de los mejores momentos de tu vida, llena de deseo y con mayor lívido que a los veinte años, pero te das cuenta de que nadie te hace ni caso”
¿Cuánto hay de realidad en este monólogo sobre la temida crisis de los 50?
Es verdad que en esta franja de edad (donde yo también me encuentro) una se siente llena de vitalidad, ¡joven de espíritu! Pero a los ojos de los hombres (y de la sociedad) te conviertes un poco en invisible. Tú te encuentras en uno de los mejores momentos de tu vida, llena de deseo y con mayor lívido que a los veinte años, pero te das cuenta de que nadie te hace ni caso (risas). Y aunque a todas nos sucede esto de una forma u otra, no es algo de lo que se hable mucho. Parece chocante, como que una mujer de esta edad no puede tener una pasión de este tipo.
No se habla mucho, y tampoco se muestra en el teatro. No estamos acostumbradas a ver este tipo de obras…
No… y eso es lo que más me interesaba de este proyecto. Mostrar esto. La historia es bien sencilla pero no es algo que se vea normalmente en un escenario. Una mujer de 50 que se exponga así con su sexualidad, con sus contradicciones, con su feminidad. Y sobre todo también me interesaba por el final que le hemos dado a La Petite Mort. Parece que las mujeres en el teatro sólo pueden hablar de parejas y el amor, sin terminar de profundizar, sin filosofar sobre temas transcendentes… pero todo cambia en este monólogo.
Natalie, yo quería preguntarte, más allá de la edad, ¿qué hay en común entre la protagonista y la actriz?
Es curioso, la primera vez que leí el texto original no terminada de conectar ni con la historia ni con Jeanne. Pero luego, La Petite Mort está siendo uno de los trabajos más gratificantes que he hecho como actriz. Y más que cosas en común (que hay muchas), hay varios detalles de la protagonista que me atraen y me gusta representar. Esa entrega que tiene ella a esa pasión. Esa facilidad que tiene que hablar de todo sin tapujos, de exponerse, de mostrar sus entrañas. Aunque muchas cosas no las haya vivido personalmente, noto una gran conexión con Jeanne y creo que el público también la notará. La Petite Mort les removerá las entrañas.