Cantantes hay muchas. Que vienen, van y se olvidan, también. Tan sólo hay algunas que, además de estar dotadas de una voz prodigiosa y de gran carisma en el escenario, tengan tanta fuerza y carácter que las convierta en memorables.
Por eso, si piensas en un icono de la música, muy probablemente, la mente se te vaya a Mariah Carey, Madonna, Cher o Whitney Houston. Y estaríamos de acuerdo en todo. Pero, ¿qué pasaría si se tratara de pensar en una mujer icónica que cantase en español? Esta vez, lo más seguro es que no tengas la respuesta muy clara.
Pero, para nuestra fortuna, podemos afirmar que Nathy Peluso ha venido a llenar ese vacío. Ella, que aunque nació en Argentina vino a nuestro país con tan sólo 10 años, es ya el icono musical que estábamos buscando. Siempre quiso ser artista y por eso, no dudó ni un segundo en quitarse la vergüenza cantando cada domingo en El Rastro de Madrid. Tampoco vaciló en aspirar a lo más alto interpretando clásicos de Frank Sinatra o Nina Simone en los hoteles de Torrevieja.
Sin embargo, fue en Barcelona donde grabó Esmeralda, su primer recopilatorio de canciones con las que consiguió despegar. El disco se viralizó y así, más tarde, lanzaría Corashe, uno de sus éxitos más reconocidos.
Llegó el año 2018 y tocó el cielo subida a los escenarios de todos y cada uno de los festivales del verano: Bilbao BBK Live, Sonorama, Sónar 2018 o el FIB. ¿El resto? Canciones para la posteridad y colaboraciones con C. Tangana o Christina Aguilera, Becky G y Nicky Nicole (con las que acudió a los Grammy Latino). Y sigue sumando.
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Pero un icono como ella, lo es por ser algo más allá de su voz y su música. Tiene un carácter especial, un don de gentes increíble y sobre todo, tiene un mensaje que lanzar al mundo. Y, el de Nathy Peluso, es un mensaje imprescindible: gústate a ti mismo y más aún, si eres mujer.
«Toda nuestra vida se basa en gustarle al otro. Pero hay que empezar por gustarse a uno mismo, amarse, priorizarse en el trabajo, en las relaciones emocionales y en los vínculos», dijo en la revista lcon.
Además, basta con escuchar sus canciones para darse cuenta de que, tal y como ella afirma, «la música es una herramienta muy pura para inspirar a las mujeres». Por eso, no duda en reivindicar el poderío femenino en sus letras: «Si yo puedo formar parte y colaborar en dar mi voz en el feminismo, me siento superorgullosa», afirmó a Efe.