La espera. Qué impacientes somos cuando tenemos que esperar a algo o a alguien. Qué largos se nos hacen esos minutos, horas o días hasta que llegan.
Somos la generación del ahora, de la inmediatez, lo queremos todo ya, rápido y bien. Pero es algo a lo que estamos acostumbrados. El mundo avanza y seguirá haciéndolo y nos ha tocado vivir un tiempo en el que se le da una gran importancia a lo urgente.
Por eso resulta extraño que de repente una plataforma como Netflix, que parecía adaptarse de manera completa a esta generación, anuncia que emitirá sus capítulos semanalmente.
Este experimento comenzará con la famosa serie británica «The great British baking show» y continuará con «Rythm and show». De este modo, el nuevo modelo de negocio igualará a plataformas como HBO o en un futuro Disney +. Con ello, lo que se propone es aumentar el número de audiencia por cada capítulo para poder amortizar la inversión de las súper producciones que lleva a cabo.
«De repente una plataforma como Netflix, que parecía adaptarse de manera completa a esta generación, anuncia que emitirá sus capítulos semanalmente.»
Así, se solucionará el problema de los espectadores que, acostumbrados a tener a su disposición la temporada completa de una serie de manera tan repentina, omiten algún que otro capítulo para poder conocer más rápidamente el final de esta. ¿Por qué quién no lo ha hecho alguna vez? Disfrutar del ansiado capítulo final y posteriormente volver al primer capítulo de la temporada, o saltarse algunos capítulos que no resultan tan interesantes y son perfectamente prescindibles.
Otro de los beneficios de este nuevo modelo de lanzamiento que considera Netflix es que, una vez visualizado el capítulo semanal, se recurra al consumo de otras series. Además de que permitirá mantener el suspense y el misterio de un capítulo a otro. Por ello, esta estrategia generará un mayor número de visualizaciones y, por tanto, una gran cantidad de beneficios para la plataforma.
Aun así, solo se trata de una prueba que Netflix llevará a cabo este año para poder considerar si en un futuro será rentable. Pero ante esta situación se plantea una gran incógnita ¿La audiencia será capaz de aceptar este nuevo cambio?