Llevo años acudiendo a conciertos de Nil Moliner por bares y salas más pequeñitas así que no podía faltar a su cita en el Wizink Center. Tras volver de una gira súper especial por Latinoamérica y Estados Unidos, anoche se subió por fin al escenario del Palacio de los deportes de Madrid y montó una auténtica fiesta ante un público más que entregado.
El artista poco a poco se ha convertido en una de las voces emergentes dentro del panorama de la música española. Esta pasada noche desplegó toda su energía sobre el escenario junto a su inseparable banda, donde fueron combinando temas de su último disco Un secreto al que gritar con grandes éxitos.
El concierto está muy pensado para disfrutar y hacer un gran show en donde se ve que han preparado un gran montaje escenográfico para la ocasión. Para comenzar se proyecto un vídeo con imágenes de su niñez con su propia voz y de ese montaje sale un Nil Moliner muy enérgico para dar paso al concierto con un mix de El Despertar y Se me va.
Continúa el show con Idiotas, Me quedo y Mi religión en donde no podía faltar el bailecito con Ferran Sampler. Se baja un poco el ritmo del inicio conEl aire que me mata, Olvidaremos, Déjame escapar y Cien por cien. Llega el turno de uno de sus primeros éxitos Hijos de la tierra que los asistentes cantaron a todo pulmón. Para mí, uno de los momentos que me parecen más mágicos cada vez que veo a Nil en directo es cuando llega el momento de Soldadito de hierro con el que siempre consigue que se me empiece a escapar la lagrimita. Esta vez no fue menos ya que consiguió poner a prácticamente todo el Wizink en silencio para cantar sin micrófono que como bien contó era algo que les dijo a sus managers que haría cuando tocara aquí. Objetivo conseguido con éxito Nil.
Si eso no fue suficiente de los laterales de las gradas empezaron a salir parte de su banda cantando mientras él se colocaba en una plataforma en medio de la pista para cantar Mejor así. Sin palabras y es que saltar del éxtasis a la más pura emoción es muy fácil con él gracias a su versatilidad y emoción. Se pone al piano para lanzarse con su Som Ocells, su tema en catalán en donde el público madrileño no se quedó atrás y lo cantó en todo momento a la perfección. Tras este momento íntimo junto con Por última vez vuelve la fiesta al escenario con Libertad. Me cuesta describir las sensaciones de ese momento ya que se vivió algo único entre el público.
El final comienza acercarse y Nil dedica la canción Estaré aquí a toda la gente que en estos momentos esté mal. Finalizando la canción salen unos pequeños fuegos artificiales y comienza a jugar e interactuar con el público metiéndose en medio de todos para saltar juntos. Sin cambiar de ritmo nos lleva por Mis cicatrices para dar paso a uno de sus últimos temas Meneito para así comenzar a calentar la noche a los que después del concierto seguirían la fiesta.
Otro de sus primeros temas y ya un clásico que no puede faltar nunca es Esperando al que le siguió Bailando. Temas con los que vibró el recinto entero. Ahora sí Madrid, el concierto terminaba con Pólvora, canción que espera que nos enseñe a querer mejor. Emocionados el concierto terminaba escuchando La bestia en donde aprovechó para desplegar todo el confeti posible, presentar a su banda y cerrar a lo grande un concierto que nadie podrá olvidar.
Texto: María Tobajas