“Nosotros en la Luna” es el libro que necesitas para este San Valentín, y no porque sea romántico, que también; sino porque la historia de Rhys y Ginger es mejor que la de ‘El Diario de Noa’.
Sensible, irónica y muy del siglo XXI. Imaginad que vuestro novio o novia os acaba de dejar. Queríais tener una vida ‘normal’ y lo teníais todo planeado: acabar la carrera de empresariales, trabajar en la empresa de la familia para luego acabar dirigiéndola algún día, comprar una casa con piscina, casaros con vuestra pareja de instituto y tener tres niños. Todo eso con 22 años. Hasta que un día, vuestra “alma gemela” os deja.
Así, de sopetón. Entonces, crees que tu vida no tiene sentido y en vez de zamparte una tarrina de helado de vainilla – de las de 1 kilo, eso sí – y poneros a ver una película romántica detrás de otra a lo Bridget Jones, decidís coger un vuelo a París (solo con unas bragas y galletitas saladas) sin saber muy bien por qué.
Urbanitas, esas cosas solo salen bien en las películas. Aunque tomar decisiones locas y sinsentido pueden provocar que conozcas al Rhys o a la Ginger de tu vida.
”Tomar decisiones locas y sinsentido pueden provocar que conozcas al Rhys o a la Ginger de tu vida”
Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre emails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación? ¿Es posible colgarse de la luna junto a otra persona sin poner en riesgo el corazón?
”A veces, solo hace falta mirar la luna para sentirte cerca de otra persona”.
’Nosotros en la luna’ es una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo. Es un libro con cierta sensibilidad adolescente, entretenido, gracioso, actual y muy fácil de leer. Porque, a veces, solo hace falta mirar la luna para sentirte cerca de otra persona.