El Teatro Real de Madrid se convirtió la noche de ayer por un para de horas en la casa del cantante malagueño, Pablo López, quien estuvo cantando sus mejores éxitos como «El Patio» o «Hijos del verbo amar» a cientos de personas que se vieron sumergidas en la voz de Pablo y en las melodías que salían del roce de sus manos con el piano.
No pudo haber sido un mejor lugar para presentarse que ese lugar tan emblemático y lleno de historia, que ayudaba que la noche fuera aún más especial. El artista sólo supo brillar desde el momento que se montó al escenario hasta que se bajó entre gritos y aplausos de un público agradecido. Una noche inolvidable de la mano de Universal Music Festival.
Pablo López no dejó de sorprendernos desde el principio, cuando dio inicio al concierto. Aunque se esperaba que abriera el concierto con una canción propia, decidió hacerlo con una de las canciones más famosas del conocido Joaquin Sabina, «Pongamos que hablo de Madrid», una canción ideal para la noche tan mágica que solo estaba comenzando.
Una noche llena de momentos especiales, canciones emblemáticas del cantante así como grandes éxitos del pop en español, palabras del malagueño que derretía aún más de amor a todo el público y entre chistes y sonrisas, Pablo López logró erizar la piel en más de una ocasión con su voz y piano. Porque solo basto eso: voz y piano para que la presentación del cantante fuera inolvidable y llena de talento.
Los mejores éxitos de Pablo López en el Teatro Real de Madrid
La noche no se pudo desenvolver de mejor manera que con los mejores éxitos del cantante como «El Patio», «La Mejor Noche de mi Vida», «Hijos del Verbo Amar», «La niña de la linterna», «El Niño» o «Mi Gato», brindando a todos un poco de su último álbum, «Unikornio» hasta «Camino, Fuego y Libertad». En todas las canciones se veía el brillo de los ojos de Pablo López y su pasión por la música al interpretarlas, «me encanta la música y los lugares donde se puede hacer música«, señalaba el cantante entre una de sus canciones.
De la misma manera, Pablo no se limitó a expresar sus sentimientos y agradecimientos a personas importantes de su vida, tal como su madre Lola, su hermano Luis, e incluso mostró su gran admiración por la cantante Niña Pastori, quien estuvo disfrutando del concierto del malagueño en segunda fila.
Para finalizar la noche se dio uno de los momentos más especiales en el que el teatro se vio repleto de linternas de los móviles para acompañar a cantar a López «La Niña de la Linterna», siguiendo con «El Gato» y dando fin a unas de las noches más mágicas que se han vivido en el Teatro Real de Madrid con su emblemática canción, «El Patio», con la cual se terminó de ganar por completo el amor y el agradecimiento de todos los presentes.