Foto: trendencias.com
DANI WINEHOUSE| Madrid, 22 Dic.
Ya tenemos encima la navidad, el 24 y el 25 de diciembre se acercan. La Nochebuena, ya por tradición de muchos años, es esa noche mágica en la que millones de familias se reúnen en una mesa larga y llena de comida, es el día del año donde se respira un espíritu de amor, de apoyo, de cariño. La ocasión perfecta para olvidarnos de las preocupaciones, sonreír, tomarnos fotos, y soñar con todas aquellas cosas positivas que queremos vivir en el próximo año que se acerca.
Para la ocasión nos gusta cuidar todos los detalles, la decoración de la mesa, el menú para comer, poner el árbol y el belén, etc. Y por ello nos preguntamos ¿Qué ropa me pongo?
Puesto que reservamos este acontecimiento a una velada familiar y hogareña buscamos transmitir ese sentimiento con nuestra imagen. Entre las posibilidades que pueden resultar unos outfits geniales están los típicos jersey ‘gorditos’ y con dibujos con los que nunca fallamos.
Este año encontramos gran cantidad de camisas de cuadros, en especial en tonos rojos y azules que serían perfectas para la velada. También acertaríamos con ponchos geométricos, o una chaqueta forrada con borrego, al igual que son tendencia bufandas tipo manta, que den varias vueltas al cuello y queden caídas.
Si somos más formales a la hora de vestir siempre acertaremos con un jersey elegante con una camisa debajo y dejaría ver una corbata entre medias de las dos prendas.
En calzado son tendencia las “Creeper”, si eres de un estilo más arriesgado e innovador ¡atrévete! Si somos más conservadores, acertaríamos con un mocasín, quizás en tonos más llamativos.
Los colores con los que podríamos acertar bastante son rojos, mostazas, azules y el blanco, que indica pureza. También marrones o granates.
En definitiva lo ideal sería emplear prendas que den sensación de abrigo, esas prendas que nos recuerdan a la estampa de una familia feliz sentada cerca del árbol iluminado, riéndose y cantando villancicos. Estas prendas que se usan son totalmente diferentes a las de Nochevieja, puesto que la ocasión es un amiente hogareño y no de festejo.