Os presentamos el dewy skin , la última moda en maquillaje con efecto húmedo y muy luminoso que ha desplazado todo lo mate.
Toda una revolución en el sector con la que podemos conseguir esa piel resplandeciente, tersa e impoluta como la de un bebé, y que parece brillar e irradiar luz propia desde el interior. El término dewy es una adjetivación de la palabra rocío, ese fenómeno de condensación que esparce gotas sobre plantas y flores al amanecer y las hace lucir con una frescura absoluta. Y ese es exactamente el efecto más buscado para los rostros de cualquier edad esta temporada: radiante, natural, descansado, rejuvenecido y con ligeros toques de brillo satinado sobre los pómulos.
Los maquilladores más reputados no dudaron en utilizar esta nueva técnica para iluminar los rostros de las modelos en la última New York Fashion Week. Desde Hoy Magazine os mostramos algunos trucos para conseguir este efecto dewy de forma rápida y económica, sin tener que salir de casa.
1. Una buena base
Una piel repulpada, con todos los contornos y volúmenes definidos requiere, ante todo, hidratación. Si has hecho los deberes con tus cremas diarias, ya has recorrido la mitad del camino. Para llegar a la meta, solo tienes que apostar por las prebases en formato bálsamo.
Heredadas de la belleza coreana, estos productos buscan el mismo efecto que en los backstage de pasarela consiguen con un toque de vaselina: rostros con un halo de brillo natural. Solo que estos quedan genial bajo los focos, pero no aguantan la prueba de la luz del día. Para eso necesitas primers en formato bálsamo, que unifiquen la piel, ofrezcan un aspecto jugoso pero a la vez borren del todo los poros.
2. Toques de luz estratégicos
Los aportas con el iluminador. Pero el truco está en aplicarlo antes del maquillaje. Así se pierde parte del brillo excesivo y se matifican las micropartículas nacaradas que contienen estos productos, pero se mantiene la luz sobre las zonas concretas de aplicación.
¿Los puntos clave? La parte alta de los pómulos, el puente de la nariz y los huesos de las cejas. Y no hay que destacar nada más. En formato stick resulta mucho más sencillo. Das una pasada en forma de C desde la esquina exterior de los párpados hasta el hueso de las mejillas y extiendes con los dedos. Si prefieres el pincel, basta con tres minipuntos que conecten esa misma zona.
Fácil, ¿verdad? Dos sencillas técnicas con las que sentirte bella y natural al mismo tiempo y con la que triunfarás vayas donde vayas. ¿Y tú, te atreves con el dewy?