Pedro del Hierro presenta su nueva colección en un escenario único, la Puerta del Sol.
Extrapolado de los herméticos pabellones de Ifema, el diseñador apuesta por flores tropicales de la África más moderna y conceptual. Con SUPERBLOOM, pretendemos crear una colección madura y afín a los valores de firma, añadiendo pinceladas de modernidad para sorprender por el corte y la maestría en el uso de los tejidos; nos cuenta el diseñador.
Sobre la pasarela, nos sorprenden formas arquitectónicas y estructuras frescas, que se combinan con tejidos tradicionales como las rafias, linos, tafetas ecológicas o bordados. Los acabados son orgánicos para el día y más técnicos para la noche.
Pedro de Hierro vuelve a apostar por la innovación, en una colección comercial que resulta muy posible y, sobre todo, versátil
El recorrido comienza en tonalidades crudas, colores neutros que sirven de inicio para continuar con una escala cromática cálida. Esta, a su vez, enaltece tonos rojizos para destacar el glamour de las noches africanas.
Para la mujer Pedro del Hierro, priman, como ya es una costumbre, los vestidos de Red Carpet con acabados metálicos y brillantes. Todo ello en contraposición a looks mucho más livianos que facilitan el día a día de la mujer más moderna. Sin embargo, para la línea masculina, el diseñador explota los trenchs, las parkas y el field jackets con un toque Safari, así como la sastrería con líneas más relajadas. A través de los tejidos, las siluetas y el color; queríamos representar el proceso del desierto que, al recibir el agua, se transforma y al llegar la noche surge el color; nos explica Nacho Aguayo, director creativo de la firma.
Además, Del Hierro explora tonalidades más oscuras, negros, marrones; los cuales invaden el amanecer y dan lugares a gráciles toques de color que engloban rojos, fucsias, verdes y azules.
A través de los tejidos, las siluetas y el color; queríamos representar el proceso del desierto que, al recibir el agua, se transforma y al llegar la noche surge el color; nos explica Nacho Aguayo
La firma vuelve a apostar por la innovación, en una colección comercial que resulta muy posible y, sobre todo, versátil.
No existen barreras, ni fronteras étnicas o generacionales. El diseñador saca a la pasarela diferentes cuerpos, etnias y mujeres y hombres con distintas edades. Todos ellos en una postura elegante que ofrece una visión de una mujer y de un hombre con mucha fuerza y valor para conseguir todo lo que se propongan.