Una buena colección requiere un buen escenario. Pilar Dalbat lo sabe bien. Hoy, la granadina ha presentado La Villa, su nueva colección. Y lo ha hecho fuera de los pabellones de Ifema, en Casa de la Villa, el antiguo Ayuntamiento de Madrid.
Pilar Dalbat expone una colección que persigue su sinergias más características. Surgen de una manera natural entre los espacios patrimoniales en los que renacen sus ideas y las colecciones que se exhiben en el lugar escogido.
Treinta y seis looks arrancan la nueva colección de la granadina, y en ella se entremezclan paños de lana de cachemir marrón que dibujan siluetas con blieses contrastados de color rosa. Aunque estos no han sido los únicos, porque a medida que avanzaba el desfile, se han unido otros paños con dibujos, los cuales recuperan elementos decorativos y barómetros del color del entorno. La Villa incorpora abrigos ligeros, capas tricolores y trajes de chaquetas en los que se entremezclan terciopelos compuestos de algodón y paños. Otro de los tejidos de la colección ha sido el neopreno estampado. Este representa una interpretación de la gran vidriera que cubre el patio donde tiene lugar el desfile. Rasos con caída construyen prendas más coloristas como vestidos, sudaderas y capas. Aunque, a decir verdad, el verdadero protagonismo lo tienen las prendas más vaporosas, las cuales se construyen con mucho volumen, mediante la gasa de seda blanca natural y burganvilla. En resumen, la colección nos traslada a un universo onírico en el que las villanas comienzan a convertirse en las heroínas.
La colección nos traslada a un universo onírico en el que las villanas comienzan a convertirse en las heroínas
Los metalizados, algo característico e íntegro de fidelidad en el sello de la marca, se emplean en una especie de parkas a modo de vestidos, pantalones oversize y vestidos mini de fiesta.
En cuanto a la paleta cromática, el negro buque se ha convertido en un imprescindible para la casa Dalbat y se hace presente en faldas de pelo, vestidos de noche y sobre vestidos de tul que dejan ver el interior de la mujer que lo porte.
Por otro lado, hay prendas que han requerido una exhaustiva elaboración, y que se han hecho con metacrilato, otra de las señas de la diseñadora. También se han utilizado nuevas técnicas de bordado artesanal.
En definitiva, una colección que persigue líneas muy marcadas y que guardan especial sincronía con trabajos anteriores. Además, es la única diseñadora que emplea la ‘experiencia sensorial’: el desfile silencioso sigue siendo una novedad.