La diseñadora Pilar Dalbat ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida a la 70a edición de la semana de la moda de Madrid.
Los pabellones Cecilio Rodríguez se llenan de arte, de bestias, y de pavos reales. La creadora natural de Granada presenta su nueva colección, Fieras.
Es fiel a sus sellos identitarios. La inspiración nace de un jardín de fieras dentro de otro jardín, donde el parque no se mueve y ofrece generosamente aspectos como la frondosidad, el verdor, la sombra y el agua. Pilar Dalbat habla con las fieras y escucha latir el corazón de la ciudad. Un conjunto de piezas con mucha alma humana.
Atravieso la Puerta de Granada, entro. El ladrillo rojo parece dormido, invisible ante el poderoso entorno que no deja de respirar, conversa silencioso con su paisaje. Ahora las fieras hablan, el corazón de la ciudad siempre escucha; expone la diseñadora. A su vez, vuelve a apostar por una experiencia sensorial. La música suena en los oídos de los todos asistentes. El exterior es otro mundo. Dalbat consigue el desfile resuene en tu cabeza. Nos sumerge en un universo paralelo del que nadie quiere salir.
Fieras se compone de 36 estilismos que son capaces de representar cualquier figura con la ayuda de líneas que mezclan tejidos metalizados, flecos, mallas, lentejuelas, organzas, linos y tafetas.
La colección comienza con propuestas que tienen como protagonistas telas que brillan por sus apliques metálicos, en colores verde hoja, plata matizada y azul pavo. En ellos, podemos encontrar siluetas que flotan sobre el cuerpo para ajustarse en la cintura: capas (un clásico en todas las colecciones), faldas midi tricolores, batines largos y trajes de chaqueta con minifaldas. El target es distintivo. Hay espacio para cualquier mujer.
Y no solo eso, sino que entre las propuestas podemos encontrar texturas como las lentejuelas y materiales como el tul y la gasa blanca de seda natural, que dan paso a prendas más grandilocuentes que combinan el neopreno y el bordado artesanal hecho a mano, donde el pavo real sirve de musa interpretativa para toda la colección.
No obstante, también reclaman su minuto de protagonismo crepes de gran caída, apliques metalizados y tejidos glitter en distintos colores, que redondean esta apuesta en la que prima la variedad y la versatilidad en la que se unifican siluetas oversize y muy, muy femeninas.
En definitiva una colección comercial, donde la elegancia y la sofisticación son solo el primer plato.