‘Por los pelos’: una historia de autoestima contada en clave de humor

Nacho G. Velilla, es un especialista en la comedia frívola de escasa sustancia, lo hemos visto reflejado en varias de sus series como ‘7 vidas’ y ‘Aída’, e incluso en sus películas más reconocidas como ‘Perdiendo el norte’ o ‘Villaviciosa de al lado’. Siempre cae en la misma trama muy bien cohesionada y teniendo cuidado su timing, además intenta esquivar el humor zafio y vacilón.

Hay algunos que no aprenden la lección, y hasta terminan perdiendo el norte de la excusa argumental capilar con varios enredos. Sabemos que a Sebas le engaña su mujer, pero la sorpresa de quien le pone los cuernos no aporta nada, más bien todo lo contrario. En la película también hay momentos bastante emocionantes y llenos de adrenalina, como el esfuerzo que pone a toda costa Juanjo de llegar a la comunión de su hija pequeña después de quedar en coma, algo completamente disparatado que se aleja por completo de la trama principal. Tampoco es muy lógico que la familia de Sebas se presente en Estambul, y que su hija adolescente está muy enganchada a través de Instagram del cantante Rayco.

Por lo general, la película es idónea para disfrutarla en verano, ya que es muy fresca y graciosa perfecta para esta etapa. Pero tiene un gran error, que no se puede permitir tener en una producción, y es que cuesta empatizar con los personajes. Los protagonistas van a su rollo, y solo cuando van de pupas nos permiten identificarnos un poco.

El trío protagonista lo forman: Carlos Librado (Sebas), Antonio Pagudo (Juanjo) y Tomás Aguilera (Rayco). El más gracioso de los tres es el primero, aunque los que realmente se roban la atención durante toda la película son los secundarios como: Leo Harlem y Jesús Vidal. Las chicas que forman parte de este reparto lo hacen acompañando a los protagonistas, estas son: Amaia Salamanca, Eva Ugarte, Alba Planas y María Hervás. Quizás la que más destaca es la segunda por lo arpía que ha demostrado que puede llegar a ser.

Sinopsis

Quedarse calvo sigue siendo un trauma para muchos hombres. A nadie le gusta perder el cabello, especialmente en un mundo en que la superficialidad, la imagen y el marketing son tendencia. Juanjo, Sebas y Rayco son tres grandes ejemplos, entre millones, de cómo la alopecia, además de la caída del cabello, conlleva también la caída de autoestima, de la seguridad e incluso, de la masculinidad. Rayco, es cantante de reggaetón y tiene más entradas que El Corte Inglés. En el paraíso del postureo, su problema capilar puede traducirse en menos seguidores y en menos conciertos.