Todos tenemos el recuerdo de aquel verano de nuestra infancia que tanto nos ha marcado. Aquellas vacaciones estivales en la playa, en el pueblo o en casa de tu mejor amigo con el que pasabas las tardes de agosto recorriendo las calles en bicicleta o viviendo aventuras; esa excitación previa de los últimos días de clase que daban paso a una época de diversión y relax.
Es ese grado de nostalgia y naturalidad es lo que ha consagrado la obra maestra de la joven directora Carla Simón, plasmado en su película “Verano 1993”, para nosotros la mejor película española de este 2017 que toca a su fin.
La joven cineasta nace en 1986 en un pequeño pueblo catalán. Forma parte de una extensa familia llena de historias que como escritora y directora son el motivo de su inspiración. En 2009 se gradúa en Comunicación Audiovisual por la Universidad Autónoma de Barcelona, después de haber pasado un año en la Universidad de California. En 2010 se matricula en un Máster en TV de Calidad e Innovación organizado por la Televisión de Catalunya. Desde setiembre 2011 reside en Londres donde estudia el Master of Arts en la London Film School, gracias a una beca de postgrado de Obra Social «la Caixa».
Sin apenas florituras o adornos superficiales “Verano 1993” ha tocado la fibra sensible de los espectadores y de la crítica. Y es que aquel verano de Frida, protagonista de la cinta y álter ego de Simón, es una historia con tildes dramáticos que suscitan emociones contrariadas acerca de la protagonista.
Esta experiencia biográfica en la que Carla Simón desnuda su infancia y se abre en canal, nos cuenta la historia de Frida que con tan solo 6 años se enfrenta a una situación extremadamente dura y complicada: la muerte de su madre a causa del SIDA. La pequeña Frida es adoptada por una nueva familia que está compuesta por sus tíos y una prima. La historia transcurre en aquel primer y complicado verano de su nueva vida.
Lara Artigas se mete en la piel de Frida que, junto a su prima interpretada por Paula Robles en el papel deAnna, nos regalan los mejores momentos del filme a través de una gran espontaneidad y complicidad infantil. Frida se enfrenta igualmente a los celos y a las dificultades emocionales de una niña que ha sido despojada de su vida y que pretende encajar en esta nueva familia donde es recibe con una aparente falsa afectividad.
Además de ser seleccionada como representante española en la 90ª edición de los Premios Óscar en la categoría de Mejor película de habla no inglesa u optar a 8 Premios Goya (8 nominaciones incluyendo mejor película y director novel), la película producida por Inicia Films y Avalon P.C ha cosechado un importante número de premios alrededor del mundo: Mejor ópera prima en la Berlinale, Biznaga de Oro en Málaga, tres premios en el festival BAFICI de Buenos Aires, el Premio especial del jurado en Estambul o el Premio Écrans Juniors en Cannes.