El mundo seriéfilo tiene que ver con la diversión y el entretenimiento de seguir con atención las tramas y los desarrollos de personajes durante varios años. Sin embargo, si nos adentramos en los entresijos de las plataformas por obtener los derechos de cualquier tipo de serie que no sea producción propia, el ambiente es más difuso y oscuro.
Con la llegada de nuevas apps para ver contenido audiovisual online: AppleTV salió el pasado 1 de noviembre, Disney + a punto de lanzarse y HBO max como una ampliación de la empresa que produjo Juego de Tronos, la carrera por obtener los derechos de las series se está encrudeciendo.
Una de las tendencias actuales es comprar los derechos (a un alto coste) de series clásicas que en su momento tuvieron altos índices de audiencia. A lo largo de las últimas semanas hemos recibido noticias acerca de la compra de Seinfield por parte de Netflix por 500 millones de dólares o la adquisición de Friends por HBO Max (la nueva plataforma de Warner por 425 millones de dólares).
Una de las tendencias actuales es comprar los derechos de series clásicas que en su momento tuvieron altos índices de audiencia
Teniendo en cuenta esta tendencia, las empresas están en una posición comprometida que es la de gastar gran cantidad de dinero para conservar aquellos clientes fieles a sus series de toda la vida. Aparte de esto, se añade otra coyuntura: la pocos beneficios de Netflix y demás compañías, debido a su inmenso gasto en producción propia y la compra de estas ficciones a tan elevado coste. Con lo cual, los servicios de streaming van a tener que encontrar una solución para paliar estos problemas.
Una de las posibles soluciones es, centrarse únicamente en producir contenido propio de calidad por varias razones: crearía una clientela fiel y también porque no tendrían que pagar cada cierto periodo de tiempo la renovación de los derechos (porque son ellos los que los ostentan).
Una de las posibles soluciones es producir contenido propio de calidad para fidelizar clientes
La oferta cada vez mayor en un panorama con diversas plataformas de visualización online está desequilibrando el mercado. El otro día saltó una noticia que mencionaba que Netflix había caído en bolsa un 31% desde julio. Esto ha provocado que la compañía, como medida cautelar, haya aumentado la inversión en ficción propia, el precio por mes y vea posibilidades de ampliar el mercado en India.
Vivimos en un mercado cada vez más competente, y la guerra entre las compañías cada vez es más visible. Esto puede ser bueno para los clientes porque van a ver como las ofertas de contenido y de precio serán más atractivas, pero puede traer consigo cosas negativas como la desaparición de algunas compañías.