Toda la carne estaba lista para el roastbeef de la noche. Los nueve concursantes se encontraban en el salón esperando a que llegara el momento.
Mientras las nominaciones se terminaban de forjar, hubo que ver la sorpresa que les aguardaba a cada uno de los huéspedes de Guadalix, que llevó todo el programa y que estuvo acompañado de repeticiones, opiniones en el plató y demás elementos para rellenar el rato. Las sorpresas de los nominados fueron las siguientes: Alejandro se reencontraba con sus padres y esto le puso el corazón más blando que a Marco cuando encontró a su madre. Después, en la sala de expulsión, le esperaba una experiencia agradable, ya que allí se encontraba Miriam, la novia de Carlos Lozano, que había venido desde Perú lo suficientemente elegante como para desear abandonar la casa e irse con ella.
El presentador se disponía a partir hacia la mencionada sala, en un ambiente celestial formado por humo, focos y corazones. Y entonces llegó la que faltaba, que nos trajo una escena de culebrón en directo, entre besitos y llantos. Por eso, servidor estaba K.O en el sofá debido al sueño acumulado, al resfriado, y al colapso creado ante tal barbaridad.
Carlos llegó totalmente lozano a la sala de expulsión, con Alejandro. Ambos nos mostraron un auténtico número de euforia viril, como hacían los chicos al descubrir un armario lleno de cervezas mientras las chicas gritaban en un armario lleno de ropa en aquel anuncio de TV.
Más resúmenes en los que destacaban un insoportable griterío entre los mismos nominados y Rosa Benito disfrazada de Vieja’l Visillo dejaron paso a Raquel Bollo con un vídeo de su hijo dándole ánimos y cantándole una canción. La euforia pudo romper los altavoces de los televisores de muchos españoles cuando éste llegó en persona acompañado de su madre. Tras varios minutos de aguante, ya estaban los tres en el salón listos para recibir el veredicto.
Total, que se fue la que se tenía que ir, como ya se había augurado durante esta semana, con más de la mitad de los votos. Qué lastima. Ahora quedaban dos horas de programa que había que rellenar con más refritos, mientras la ex de Chiquetete llegaba al plató del concurso y se enfrentaba a los reproches de los feligreses allí presentes.
En una noche marcada por la fuerza de «Cuéntame como pasó», de «Bajo sospecha» y de la supuesta estafa por parte de una famosa web de apuestas, casi a la una de la madrugada, llegó por fin Raquel. Jordi procedió al análisis de sus hazañas en Guadalix y ella respondía, especialmente con reproches hacia Carlos, el eje central de la conversación.
Varios vídeos rescataban los enfrentamientos en los que ambos se vieron implicados, mientras los «analistas» del plató trataban de examinar las posturas de los dos sujetos. Que si las naranjas podridas el domingo por la mañana, que si Carlos es un manipulador… Fue maravillosa la noche de despedida de esta señorita en el programa.
En cuanto a los nominados para la próxima semana, están en riesgo de expulsión Fran, Alejandro y Carlos. Veremos cómo les trata la suerte en pleno Jueves Santo…