Como cada año, la navidad saca el lado más goloso de nosotros mismos. A pesar de ser un año excepcional en el que hemos tenido que renunciar a comidas familiares por la emergencia sanitaria que estamos viviendo desde marzo, parece ser que ni así los excesos no han frenado. De este año esperamos más que de ninguno, que nos devuelva todo lo que el 2020 se ha llevado por delante, y ¿por qué no empezar cuidándonos?
Uno de los propósitos que aparecen después de disfrutar del mítico roscón de Reyes es ponernos en forma, el problema es no saber por dónde empezar. Gracias a organizaciones como el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas a día de hoy es más fácil saber qué es lo que debemos hacer para volver a la vida saludable, y hemos recopilado 5 ‘tips’ que son claves para ello. ¡Solo hay que tener fuerza de voluntad!
Uno de los errores más comunes a la hora de intentar recuperarse de los excesos de la navidad es pensar que no comer es la solución. Los nutricionistas no se cansan de repetirlo, y es que hacer las cinco comidas es lo mejor para nuestro cuerpo. Es recomendable la fruta o los frutos secos en el almuerzo y la merienda para saciar el hambre y llegar a las ‘comidas grandes’ con menos hambre.
Lo sabemos y de sobra: de nada sirve cuidar nuestra alimentación si continuamos con el sedentarismo que siempre viene acompañado de las navidades. Al menos un paseo largo debe ser introducido en nuestra rutina diaria para que el efecto détox tenga los resultados que esperamos, pero con el ejercicio físico, ¡cuanto más, mejor!
Una de nuestras salvaciones si queremos recuperar la ligereza de nuestro cuerpo previa a las navidades, aunque es un hábito que debería ser cotidiano en nuestro día a día. Beber agua consigue que tengamos una mejor digestión y ayuda a eliminar los líquidos retenidos durante las fechas señaladas. Los expertos recomiendan beber un litro y medio de agua diario.
No, no es un mito. Tomar infusiones y batidos es antioxidante, depurativo y tiene una cantidad de nutrientes que consigue que nuestro hinchazón después de tantos turrones y polvorones se vaya rebajando con los días. Se recomienda después de la comida ya que suele ser la más pesada, o la cena ya que consigue rebajar el hinchazón del día y nos permite descansar mejor.
Ni ultraprocesados ni comida para llevar (tentaciones del siglo XXI). Si hay algo que ayudará a recomponer nuestro cuerpo tras los excesos son las comidas de cuchara, las de toda la vida. Es verdad que vivimos en una sociedad acelerada que nos deja poco tiempo para cocinar, pero hay que hacer un esfuerzo y rescatar las ‘recetas de la abuela’: ¡es lo más sano!
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