Hoy, 24 de enero, la Mercedes-Benz Fashion Week ha dado el pistoletazo de salida. Lo ha hecho de la mejor manera posible y con los mejores anfitriones: los jóvenes.
La semana de la moda ha comenzado con los diseñadores de la EGO. Jóvenes promesas que buscan ganarse un lugar en la industria fashionista, que recién trabajan en su sello, en su imagen, pero que tienen una esencia muy fuerte, personal y que los hace diferentes al resto.
Quizás por sus ganas. Quizás por sus ansias de demostrar que merecen estar donde están. Uno de de ellos ha sido REVELIGION. El penúltimo desfile ha corrido a cuenta de esta firma, la cual ha podido demostrar que, en efecto, son una revelación. Todo este sueño surge de una imagen artificial, teatral, de un personaje artístico-ficticio y sintético creado en una mente fácil de engañar.
Su colección se ha inspirado en una motivación concreta: mujeres llenas de contradicciones que tienen ideas falsas y abstractas del significado real de la libertad y el poder. Un tema candente que hoy día forma parte de la esfera pública y que ocupa las cabeceras de los grandes periódicos, un tema muy puesto en la actualidad, todo un acierto.
La gama cromática de esta colección ha danzado entre amarillos pasteles y grises metalizados, pasando por rosas, verdes y negros. El tul ha sido el veranadero protagonista en cuanto a tejidos. Las prendas cobraban vida mediante formas geométricas y volúmenes exagerados. Apliques, broches y perlas han condecorado estos looks, los cuales no han dejado indiferente a nadie. Las pamelas, grandes, barrocas y exageradas nos han trasladado a la alta burguesía de Normandía en las pinturas impresionistas de Monet. Las hadas del cuento, el guanteque de los 50 y la dulzura indefensa ante la ignorancia del tema a tratar, han cautivado a la mayoría de los asistentes.