Ruvens es castigado por la audiencia y último expulsado de ‘Gran Hermano’

Se consideraba el gran estratega de la casa, pero la audiencia ha decidido que Ruvens sea el nuevo expulsado de esta edición de Gran Hermano. Su salida sorprendió tanto a los espectadores como a sus compañeros, quienes veían en él a un concursante inteligente y conocedor del juego. Ruvens era conocido por adelantarse a las dinámicas del programa e intentar reventar las sorpresas preparadas por la organización. Sin embargo, la soberbia y el exceso de confianza le han pasado factura, y el público no ha dudado en penalizar su actitud.

Al despedirse, Ruvens dejó su huella con un comentario propio de la actitud que ha tenido durante todo el concurso: «Esto sin mí va a ser un tostón. Me he partido el lomo por este programa». No obstante, también tuvo palabras de agradecimiento: «Quiero dar las gracias a este equipo; he podido cumplir un sueño», dijo visiblemente emocionado.

Jorge Javier Vázquez aprovechó la sinceridad habitual de Ruvens para preguntarle quién, en su opinión, debería haber abandonado antes que él. Fiel a su estilo, respondió: «Prefiero que estén fuera Maica y Daniela, aunque han hecho más por el programa que Juan, Nerea y Luis, que se han escondido en la guerra de rojos y azules». Pero la gala no terminó con su salida. Fue una noche llena de giros inesperados, marcada por los «poderes especiales» en juego. Entre ellos, Edu utilizó el poder de expulsión fulminante para sacar a Maica, aunque esta fue salvada más tarde por la audiencia. Por su parte, Manu, con el poder de la resurrección, devolvió a Laura al concurso, desatando una ola de alegría en la casa.

Para Óscar, la noche fue especialmente desafortunada. No solo acumuló el mayor número de nominaciones por parte de sus compañeros, sino que también perdió el privilegio de nominar durante lo que queda de edición. Su racha de mala suerte hizo que muchos pensaran que estaba «gafado».

La figura de Ruvens durante el concurso ha sido muy polémica y ha mantenido divida a la audiencia. Mientras algunos espectadores valoraron su entrega y su capacidad para mantener el ritmo propio del concurso, otros criticaron su incapacidad para mostrar su lado más humano. Como comentó el propio presentador, Ruvens se dedicó más a destruir el efecto sorpresa del programa que a conectar con el público. Su actitud irónica, combinada con su aparente falta de apertura emocional, lo alejaron de una parte importante de la audiencia.