Actualmente hay un candente debate sobre la forma de consumir cine. Para los amantes del séptimo arte el ritual de acudir a una sala de cine es sagrado, mientras que al espectador que solo quiere entretenimiento prefiere verlo desde casa tranquilamente. Vamos a analizar las ventajas y desventajas de ambas opciones para ver si podría llegarse a un consenso sin perjudicar ni a las salas de cine ni a las plataformas streaming.
Las salas de cine suponen el origen de la tradición de ir al cine. En ellas reside la magia de ver una película. Cumple una importante función social, que es la de compartir de forma activa y presencial un producto cultural. Además, hay cosas que son difíciles de sustituir… El olor a palomitas, la comodidad de las butacas o las charlas después de la sesión… Asimismo, las películas están hechas para verse en una pantalla grande y con el sonido que puede proporcionarte un cine. En definitiva, las salas de cine están hechas para proyectar cine, para disfrutar de su ambiente y su tradición.
Sin embargo, gracias a la creciente innovación tecnológica, han ido surgiendo de manera poderosa plataformas capaces de ofrecer miles de horas de entretenimiento a un precio relativamente bajo. Sin moverte del sofá, apretando solo un botón y a la hora que te apetezca puedes disfrutar de casi cualquier película, incluso de cientos de series. Otra ventaja muy importante es que puedes disfrutar de películas que ya no están en cartelera o verlas las veces que quieras. Además, hay una gran oferta de compañías que ofrecen este servicio streaming. La comodidad y la accesibilidad son sus puntos más positivos, vamos a ver ahora cuáles son sus desventajas.
Las plataformas online jamás te darán la experiencia que te da un cine. Simplemente la pantalla de tu televisión, por muchas pulgadas que tenga, no podrá competir con la pantalla de un cine. Otra desventaja importante es que estas plataformas no lo tienen todo. Por ejemplo, un estreno de una película propia de una plataforma jamás estará en el catálogo de otra. ¿Cuál es la solución? ¿Contratar todas las plataformas para no perderse ni un estreno? Además, depende de lo que contrates, muchas películas no las tienes gratis, sino que debes pagar un plus si quieres verlas.
¿Acudir a las salas qué desventajas conlleva? El precio muchas veces supone un factor negativo, ya que en ciertos cines es algo elevado. Por otro lado nunca sabes lo que te va a tocar en una sala, no sabes si algo o alguien puede arruinarte la película. Y, en general, no existen muchas más desventajas en relación con las salas de cine. ¿Se te ocurre alguna más?
Ahí están los condicionantes, las ventajas y desventajas, ahora únicamente depende de ti decantarte con un lado u otro. ¿Prefieres vivir la experiencia de acudir a una sala de cine u optas por la comodidad que te ofrece una plataforma streaming?