Jesús Ruiz|
Y fue el 70,5 % de la audiencia votante, récord en esta decimosexta edición, quien lo decidió. Carolina, la modelo, estudiante de maquillaje y peluquería y profesora de equitación de 21 años, tuvo que abandonar la casa tras haber vivido en ella durante 46 días y tras haber estado ante el juicio popular en una sola ocasión. Si por algo será recordada la originaria de Vidreres (Girona), será por su capacidad para notar/ver/sentir presencias paranormales, o espirituales como ella dice.
Fue su secreto durante aproximadamente un mes, primer mes de edición en la que destacó por su ausencia y papel secundario, siendo catalogada dentro de la ya famosa categoría “MUEBLE IKEA”. De hecho, no despertó pasiones (tanto positivas como negativas) hasta que se desveló dicho secreto. Y la verdad es que no sabría decir si fue un favor o un castigo, pues tanto fuera como dentro de la casa no ha encajado muy bien a pesar de que su madre corroborara sus experiencias extra dimensionales en el “Límite 48 Horas” del martes pasado. Pero yendo al grano de su expulsión, el motivo por el que salió nominada una única (y última) vez, debemos hablar de su idea de pacto junto a su amiga Ivy, expulsada la semana pasada. Personalmente veo valentía en su idea de subir a la palestra a Aritz, Han y Amanda si verdaderamente los veía competencia, pues sería poner en aprieto a la audiencia al tener que decidir la expulsión de uno de los titanes de la edición. No todos se atreven a nominar a un favorito del público, pues se estarían poniendo en contra a gran parte de los telespectadores. Dicha trama acabó dada por perdida al no conseguir el apoyo de sus compañeros para llevar a cabo el plan, y se les condenó con la nominación masiva, primero de Ivy y después de Carolina.
Tras la expulsión de su amiga Ivy, a la cual no defendió frente a las acusaciones del resto y lo que también le ha extendido la sombra amenazadora de la expulsión por encima, no le quedaba otra que acercarse a nuevos aires. Aires llamados Amanda y Suso, a los cuales ha criticado varias veces y que por tanto le hizo parecer hipócrita. Como decía un colaborador del debate, consistió en una estrategia de supervivencia, aunque yo creo que más bien se dedicó a supervivir, que ya es mucho dentro de una casa en la que te has quedado sola. Además, en las últimas semanas se despertó entre sus compañeras el rumor de que se sentía atraída por Suso, cosa que ha desmentido hasta el fin de sus días en esa casa. Podría ser otro motivo por el que parte de la audiencia, sofistas sobre todo, hayan dirigido su voto hacia la catalana. Si a todo ello sumamos la poca credibilidad otorgada por parte del público a su capacidad para ver espíritus y su último acercamiento a los chicos, teniendo novio en el exterior, tenemos el pack completo para regalar a la expulsada. La verdad es que no entiendo qué problema hay en que una chica entre en un jacuzzi común, de tu casa (casa de todos), con tres compañeros. Pero ya es por todos sabido que en Gran Hermano cuesta caro hasta el respirar.
El caso es que la de Vidreres estaba despertando, pero lo hizo justo cuando se agotaba su estancia en la casa. Una pena que no lo hiciese antes, porque demostró en la gala y durante su entrevista que tiene más carácter del que hayamos podido ver. Con todo ello, hasta siempre, Carolina.