Sander Bos, con los pies en la tierra

Nadie le podía quitar los ojos de encima. Porque además de ser el más joven del concurso ‘Making the cut’, también era uno de los más hábiles. No había nada que se le resistiera, desde vestidos de ensueño hasta ropa mucho más urbana. Y todos lo vimos. Porque si algo hizo Sander Bos es no pasar desapercibido. Tal vez, por su visión sobre el mundo de la moda. O por sus continuas discusiones con los jueces y sus compañeros sobre si la moda tenía que ser arte o más bien “ropa accesible”. Por eso, y para entrar en comprender cómo funciona la mente de esta joven promesa, nuestra primera pregunta es…

Creo que, a estas alturas, es imposible no preguntarte cuál es tu historia… Así que, Sander Bos… ¿Qué es lo que puedes contarme?

Bueno, pues eso mismo, creo. Soy Sander Bos, tengo veinticuatro años y soy diseñador. Nací y crecí en Bélgica, Hasselt y empecé a estudiar arte durante mi educación secundaria. Al poco descubrí que la moda era mi camino y eso fue lo que estudié. En la Real Academia de Bellas Artes. Sander Bos, mi marca, comenzó justo cuando acabé mi máster. Y luego fue a la Real Academia de Bellas Artes, para estudiar moda.

“Siempre he tenido muy claro lo que quería”

Es increíble escucharte hablar con tanta pasión con lo joven que eres…

Digamos que siempre he sabido muy bien lo que quería. Mi pasión comenzó desde que mi vida se topó con el arte. De niño, siempre me ha gustado pintar y esculpir, pero llegó un momento en el que eso no era suficiente. Necesitaba más. Necesitaba mucho más. Quería que mi arte pudiera salir de mi propio edificio, y solo la moda tenía ese camino.

Por lo que me dices, supongo que eres de los que piensa que no vale la pena esperar… ¿Quién tiene una meta tiene un propósito?

Definitivamente. Ve a por tus sueños, persigue tus objetivos… Pero sé inteligente. No dejes que la ambición te gane. Por ejemplo, yo sabía que confeccionar ropa no me iba a dar un trabajo estable. Al menos al principio, porque los principios, tal y como imagino que ya sabrás, no son fáciles. Así que, comencé a trabajar en una hamburguesería para tener ingresos extra. De la misma forma te hacía un vestido que una hamburguesa. Era la realidad y no la negaba. No obstante, sabía que una de las dos opciones solo era un trámite para un fin. Pero lo que está claro es que siempre y cuando tengas un ingreso estable, serás libre de crear lo que quieras.

Por mucho que nos cueste reconocerlo, el dinero no solo te ayuda a perseguir tus sueños más grandes, sino que también te ayuda a realizarlos.

No podría estar más de acuerdo, Sander; y me sigue sorprendiendo la capacidad que tienes, con lo joven que eres, para tener los pies tan en la tierra. ¿Quiénes han sido tus maestros para canalizar tan bien tu visión?

Te podría citar a cualquiera de mis profesores de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, pero si expando mi horizonte, mi universo siempre ha bebido de maestros como Margiela, Versace y Alexander McQueen.

¿Por qué?

Digamos que compartimos el mismo fin: encontrar el equilibrio perfecto entre el arte y el comercio.

Por “comercio” supongo que te refieres a lo que en el mundo de la moda se conoce como “lo vendible”.

Efectivamente. No es fácil, pero se puede conseguir.

¿Y eso es lo que tratas de expresar en tus colecciones?

Sí y no. Quiero decir, en mis colecciones trato de reflejar el arte moderno, y eso depende de cada colección. No obstante, mi esencia siempre está y la expreso a través del prisma del arte, para crear una sensación de contemporaneidad.

Bueno, aprovechando que hemos hablado de equilibrio, arte y ventas… Supongo que, como diseñador, estarás al tanto de esta nueva tendencia de consumir de forma masiva. ¿Qué es lo que piensas sobre esto?

¿Sinceramente? Pues justo eso, que es una tendencia. Creo que el consumismo en e mundo de la moda ha tenido su tiempo. Pero, francamente, espero que la gente se dé cuenta de que el fast fashion no es el camino a seguir. No por nada, sino porque es inaceptable por razones ecológicas, ambientales y, sobre todo, humanitarias.

“Con Margiela, Versace y Alexander McQueen comparto un mismo fin: encontrar el equilibrio perfecto entre el arte y el comercio”

Entonces, teniendo en cuenta todos los factores… ¿La moda debería beber del arte o de “lo vendible”?

La clave está en el equilibrio. Porque, personalmente, pienso que ambos vienen del arte. La moda y el arte van de la mano. Dondequiera que encuentres tu inspiración estará tú prerrogativa. Lo importante es encontrar aquello que te ayude a contar una historia.

¿Pero esto sucede en la vida real? Quiero decir, ¿la moda bebe de un equilibrio?

Está claro que todo depende de dónde provenga esa moda. Las historias, los conceptos, todo lo que se desarrolle y se exprese a través de una colección depende de quienes la crean. Es decir, de los diseñadores. Y ya luego el uso que le des tú, como consumidor, es otra historia. Una camiseta, un baile, un evento… Al final, son historias que se entrecruzan, pero todo son historias vendibles o no.

¿Y cómo definirías tu visión de la moda?

Para mí, la moda es un lenguaje que todo el mundo entiende y habla. Muchas veces, de forma inconsciente.

¿Dirías que hay algo que diferencia a los diseñadores de antes de los diseñadores de ahora?

Claro, para empezar, el contexto. Son momentos diferentes. Pero no creo que haya diferencias en cuanto a sabiduría, y en cuanto al tiempo en el que vivimos, te diré que los buenos diseñadores sobreviven porque también saben cómo deben adaptarse.

¿Y sabrán adaptarse a los cambios de las generaciones futuras?

No les quedará otra. A lo largo de la historia, las generaciones jóvenes son las que impulsan, las que miran hacia el futuro y las que cambian las cosas. ¿La razón? Es sencilla, no nos cansamos de reinventar ni de crear. Y en el mundo de la moda, al igual que los diseñadores se inspiran de los diseñadores de antes, nosotros les enseñamos a revalorizar su visión sobre el mundo. Al final, unos nos inspiramos a otros.

¿Qué crees que aporta Sander Bos a un negocio tan grande como es la industria de la moda?

Más que aportar, yo creo que Sander Bos llena un vacío en la moda actual. Mi visión y mi trabajo supone una fantasía y ligereza a través de la imaginación que se basa en la artesanía y en el conocimiento. Algo que ya no se ve tanto hoy en día.

“Los buenos diseñadores sobreviven porque también saben cómo deben adaptarse”

¿Y qué me puedes decir de ‘Making the cut’?

¿Que qué te puedo decir? Pues que ‘Making the cut’ es un show de televisión increíble donde doce diseñadores de todo el mundo compiten por un millón de euros con el fin de convertirse en la próxima marca de moda global. Y soy 1 de esos 12 diseñadores.

Vamos, que no te mojas mucho…

Lo haría si puediera…

Bueno, pues entonces… ¿Qué dirías que ha cambiado en ti después del show?

Podría decirte muchas cosas, pero creo que lo más importante es que he aprendido mucho a lo largo de la competencia. ¿La razón? Te enfrentas a la crítica, y si eres lo bastante inteligente, aprendes de ella.

¿Tú crees que la gente entiende la moda?

Claro que la entiende. De lo contrario, estarían desnudos. Lo que pasa es que, en la gran mayoría de ocasiones, la gente no ve más allá de lo que hay. Por eso, hay veces que los conceptos, las ideas o las historias que hay detrás no se terminan de comprender… Al menos, no cómo deberían.

Y ya para terminar… ¿cuál es el mensaje que Sander Bos, marca y diseñador, gritaría al mundo?

Mi mensaje, tanto en la moda como en la vida es que disfrutes de cada instante y cada momento. Porque no todo es tan serio.