28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, un día en el que la lucha por los derechos del colectivo se desarrolla de manera mundial para hacer que todas las personas puedan disfrutar de los mismos derechos sin ser juzgados por su condición sexual o identidad. Sí, todo muy bonito y necesario pero, ¿cuál es la realidad? Porque la bandera de colores queda muy bonita sacarla en el día del orgullo, pero ¿qué estás haciendo tú?
Para esto debemos empezar por el principio, sí, por la educación, esa educación que pocos tienen y que pocos disfrutar de tenerla. Es fácil sacar a relucir una bandera, pero no todo es disfrutar, hay que luchar. Hay que hacer que día a día merezca la pena luchar por unos derechos mermados por personas que han sido educadas en el patriarcado, en un sistema anticuado y heteronormativo. Esto no quiere decir que sea malo, simplemente, que es antiguo, retrogrado y poco libre. Si hoy en día existen personas homófobas y transfobas es que algo no estamos haciendo bien. Sí, hay que generalizar. Porque todos, todas y todes merecemos tener una vida tranquila y llena de ilusión y respecto.
Además, el 28 de junio siempre va unido a ¿para qué necesitáis un orgullo gay si no hay orgullo hetero? Vale, lleváis razón, no lo hay. Pero, ¿Cuántas veces habéis escuchado la frase ‘eres un maricón de mierda’ o ‘tienes cara de hombre’? El día que dejen de existir este tipo de agresiones verbales, dejará de ser necesario el día del orgullo. Porque este día no solo es para reivindicar, es un día para celebrar que estamos orgullosos de nosotros mismos y que nos importa una ‘mierda’ lo que los demás piensen.
Ni la promiscuidad es lo único que existe en el colectivo LGTBIQ+ ni la vida heteropatriarcal es tan perfecta como se vende.
Ojo, tenemos que tener mucho cuidado, verbalizar esto no quiere decir que se odien a las personas heteresexuales, si no que reivindicar el derecho a la igualdad de derechos, identidad y condición sexual es más que necesaria en pleno siglo XXI. Porque aún escuchamos por la calle insultos como ‘Maricón’ o ‘Bollera’ ¿qué originales, no? ¿Nos podéis decir algo que no sepamos? Entre esos insultos y el descubrimiento de América, hay una línea tan fina que no sabemos que llegó primero. Un poco de originalidad y respeto.
Sí, soy maricón ¿y qué? ¿donde está el problema? Ni la promiscuidad es lo único que existe en el colectivo LGTBIQ+ ni la vida heteropatriarcal es tan perfecta como se vende. Todo tiene sus pros y sus contras y la vida está para vivirla. ¿qué nos pasa en esta sociedad con los complejos y los prejuicios? Dejemos de mirar a los demás y mírate a ti mismo. El día que cambies tu mentalidad y dejes vivir a los demás, empezará tu felicidad plena. Si no piensas así, háztelo mirar. Porque ser gay, lesbiana, bisexual, transexual o no binarie no es una enfermedad, pero no dejar vivir a los demás puede resultar serlo.
Eso sí, si hay fiesta en Chueca, vente a disfrutarlo, rózate con quién puedas y suerte si ligas, para eso sí existe el orgullo, para respetar no. Disfruta, respeta y sé feliz. No hay más que hablar. ¡Feliz día del Orgullo, maricones!