Desde hace unos años la pasarela Samsung Ego es sin duda, la mejor plataforma de lanzamiento para unos pocos elegidos que sueñan con hacer de su pasión por la moda su medio de vida. Diez jóvenes diseñadores españoles se reunieron para presentar en esta 64º edición de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid sus propuestas para la próxima temporada Primavera-Verano 2017. Puñados de talento emergente en estado puro.
Sobre la pasarela del pabellón número 14 pudimos comprobar el talento del futuro de la moda española, con propuestas vanguardistas que evocan a la naturaleza, llenas de colores pasteles y motivos florales que nos acercan a una primavera teñida de inocencia.
Entre estos noveles diseñadores se encontraba la lorquina Sol Ferrándiz que presentó una colección inspirada en sus raíces murciana, con un sentido guiño en sus orígenes, en su propia familia y en el folclore de su Lorca natal. Pero su colección no es costumbrista, al contrario, es bastante moderna, pero cada prenda y cada pieza tiene un papel determinante en la colección que es, además, su proyecto de fin de carrera.
La diseñadora se apoya en tres grandes recursos: el bordado, la cerámica y el esparto, para trabajar en distintas direcciones que confluyen en el mismo sitio. El bordado, que aprendió en una escuela de Lyon, adquiere tintes gráficos y se aleja de los usos tradiciones. En sus manos, son más estampados o serigrafías que otra cosa. La cerámica ha estado presente en algunos bolsos con forma de cajitas que parecen cápsulas del tiempo y el esparto se ha usado en las alpargatas y en una chaqueta de inspiración japonesa.
El punto ha sido otro de los platos fuertes de su propuesta, siempre grueso, inacabado y con un tratamiento que le daba una textura cercana al fieltro, con mucho cuerpo.
Un ejemplo impecable de cómo mirar al pasado puede ser a veces la ventana desde la que mirar al futuro.