Hoy nos encontramos con Susana Hornos, la actriz que desde que volvió de Argentina nos ha dejado grandes interpretaciones en la pequeña pantalla y sobre el escenario. Además, ahora está inmersa en el reparto de la serie Estoy Vivo de TVE y ha sacado un ratito para charlar sobre cultura con nosotros.
¿Cómo es Susana Hornos en las distancias cortas?
Muy hormiguita, muy nieta de su abuela, tan latina como europea, enamorada del teatro y mis amigos, apasionada por contar historias.
¿Qué te llevó a volver a España tras tantos años viviendo en Argentina?
Había una situación muy triste en Argentina, que yo en lo personal la viví con el Macrismo. Nunca nada fue sencillo allí, viví el corralito, nos rehicimos como pudimos, pero no estaba preparada para alguien así. También me parecía que le debía una oportunidad a mi país y a mí en mi país. Estar más cerca de mis padres principalmente. Y lo que iba a ser un regreso de un tiempo, la COVID, la familia real y la que he creado con mis amigos me fueron asentando aquí, siempre con la valija dispuesta, eso sí.
Después de años de trabajo, entras a formar parte de la cuarta temporada de ‘Estoy vivo’ en TVE ¿qué nos puedes contar de la serie y de tu paso por ella?
La serie en lo personal ha sido un regalo, uno muy grande. Tanto por el personaje de Elena Gamboa, como por el equipo técnico y artístico que me ha acompañado, la seriedad y mimo con el que trabajan… Es una apuesta genuina, familiar y arriesgada que merece todo el recorrido hermoso de estos años. Ojalá pueda seguir.
¿Qué diferencia hay en trabajar Argentina y España? ¿hay dinámicas distintas?
A nivel teatral todas, allí se trabaja habitualmente en cooperativa, cuando hay una apuesta por un proyecto, una historia, los actores y el director arman la cooperativa y contra todo se saca adelante. Esa forma de trabajar ni siquiera existe como figura legal aquí, en lo teatral quiero decir. Pero en lo artístico yo tuve la fortuna de que mi directora en España ha sido Carolina Román, de Formosa (Argentina) y tenemos un lenguaje común y una misma forma de ver el compromiso con el personaje y la historia. Después en el mundo de la televisión y el cine, te diría que no depende del país, siempre del director o directora que esté detrás.
He leído que decías que en Argentina aprendiste a esperar a que nadie te llamase, ¿Qué se siente cuando no suena el teléfono?
Me preocupó hará unos 15 años, en concreto un par de años que estuve viviendo en Madrid, no entendía que nadie contestara un mail, una llamada, un correo o te abriera una puerta, es como yo lo viví entonces, pero posiblemente no tenía herramientas ni ese creer en uno mismo que es necesario en este trabajo. Venía de una ciudad como Buenos Aires donde todo era trabajo constante y esa parada en Madrid me costó asimilarla. No me ha vuelto a pasar, no porque me llamen sin parar sino porque yo hace años que comencé a escribir, dirigir y producir en Baires y ya no quiero para mí esa dependencia del teléfono. Me encanta esa llamada que te dicen “hemos pensado en ti para este personaje” pero cuando no llega, tengo una cantidad de hojas en blanco delante para crear que no me permiten perder tiempo en la queja.
¿Crees que la mujer está lo suficientemente valorado en la industria interpretativa?
El problema es la palabra industria, creo que en España y Argentina estamos empezando a poder usar esa palabra. Hay grandes creadores, técnicos, actores, pero queda un largo trecho de derechos laborales e infraestructura fiscal que otros países tienen. Estados Unidos claramente o nuestros vecinos franceses. Y todos sabemos que en cuanto hay déficit económico, la primera en caer sigue siendo la mujer, lo hemos visto en la pandemia. Todo lo que la mujer construya y se le ayude a construir desde otros lugares de la industria, no solo el interpretativo, hablo de guiones, producción… Ayudará a apuntalar y hacer volar a muchas actrices que llevan años cansadas de ser en ficción la esposa del héroe.
»Un pueblo sin cultura es un pueblo amansado y sin capacidad de discernir, y no es casual que hay una parte del sistema que es así como nos quiere»
¿La cultura está siendo tratada como se merece en España o hay muchas diferencias con otros países?
Pienso que tenemos que ver primero que parte de la responsabilidad tenemos los que somos creadores, pero también ser conscientes de que un pueblo sin cultura es un pueblo amansado y sin capacidad de discernir, y no es casual que hay una parte del sistema que es así como nos quiere. Los famosos bulos sobre los actores subvencionados es un claro ejemplo, la gente que los crea puede pensar en su ignorancia, pero los que lanzan la mentira saben que una subvención no va a un actor sino a un proyecto que alimenta más de cien familias. Pero si dicen eso no generarían odio, y el odio muchas veces vende más que la cultura.
¿Qué nuevos proyectos tienes que nos puedas adelantar?
Después de “Estoy vivo” rodé la película “Stoyan” de Roberto Ruiz Céspedes, con Tristán Ulloa y Marta Milans como protagonistas. Además hice un capítulo de “Nasdrovia” en su segunda temporada y ahora dos capítulos en “By Ana Milan”. Estaré en la última serie que un director que admiro mucho y que a va a realizar en España… Pero aún no puedo adelantar nada aún. Vamos, que el teléfono sigue sonando y estoy muy agradecida por ello.