Puedes ir las veces que quieras a verlo y nunca será igual. Esto se debe a que el contenido de la obra está siempre en movimiento. Al comenzar la obra, no sabes muy bien qué esperar, desde un primer instante los actores interactúan con el público. Si eres una persona introvertida o tímida, esto no debe frenar tu deseo de ir a ver espectáculo puesto que sólo hablarás si tú quieres. Piden al público que a través de un código QR introduzcan una frase, cualquiera, por muy loca que sea, para que ellos más tarde la puedan usar en el escenario.
En un intento de aportar dinamismo y tener un sello distintivo hablan en un idioma inventado por ellos, consiste en terminar cada frase con ‘ing’. Es innecesario que recurran a este tipo de trucos ya que el material que ofrecen tiene suficiente consistencia por sí sola.
Apagan las luces y sin más explicación comienzan a improvisar. Si es la primera vez que vas a este tipo de obras teatrales tardas un poco más en entender la dinámica. Antes de comenzar la escena el público manda títulos y una vez empieza el show los actores comienzan a idear una improvisación acorde a un estilo.
La música y el sonido terminan de recrear la escena que los actores tienen en la cabeza. De esta manera comienzan a crear y consiguen traer a la realidad el mundo que se están imaginando in situ. Su ingenio es tan puro que se te olvida que la escena que tienes ante tus ojos es improvisada. El dominio que tienen de las artes escénicas se vuelve evidente cuando comienzan a improvisar. A pesar de no ser un formato convencional, las herramientas con las que realizan la interpretación si lo son. Gracias a esta extraordinaria fusión, el público puede disfrutar de algo innovador pero reconocible.
El humor y la improvisación son dos bloques fuertes difíciles de masticar, sobre todo en un escenario, pero en esta obra los actores no solo alcanzan esa meta si no que su actuación es impecable. La obra pone a prueba constantemente la capacidad creativa de los actores y una vez tras otra los actores superan la prueba.
Cabe destacar el carisma de Paula Galimberti. Se muestra confiada y serena ante el público. Derrocha seguridad en sí misma y a la hora de la verdad, no defrauda. Tiene sin duda una habilidad exquisita para la comedia y la interpretación. Su versatilidad a la hora de interpretar personajes deja atónito al público y es que, aunque no esté hablando se vuelve difícil apartar la mirada de ella. El prodigioso talento de los cuatro actores se hace presente en la sala provocando a cada segundo carcajadas en el espectador.
Sin duda un show que no sólo no te puedes perder sino que debes repetir. Su estreno fue el 2 de octubre de 2020 y seguirá en la cartelera del Teatro Maravillas hasta el 12 de diciembre de 2020.