Me equivoqué, creí que sentía menos o que olvidaría más, no hay distancia que me haga no pensar en tu olor, ni kilometros, ni estar ocupando mi mente en otras cosas para que por allí no aparezcas. Viajé entre otros motivos para ponerle tierra y tiempo por medio a lo que yo llamaba nuestro sin éxito, porque me siento cada día más necesitada de ti y con menos ganas de no pensarte.
¿Realmente tengo ganas de seguir así? Empiezo a pensar que nada es suficiente para pasar página, de verdad creo que lo intento con todas mis fuerzas pero quizás mi corazón esté ganando a mi cabeza y ya no sepa si quiere olvidar o si se rinde solamente a querer y a añorar.
Me hacías mucho bien, feliz, creo que la palabra es feliz porque me diste algo que no conocía y no sé si realmente quiero permitir a alguien reemplazar ese sentimiento de felicidad. Dejaste el listón demasiado alto como para que el que venga pueda superarte pero nunca perderé la esperanza de que me demuestres que realmente me echas en falta y que quieras volver a darme esa felicidad, quizás buscarla juntos quien sabe… Demostrar con hechos, con miradas, susurros y caricias; Que de mentiras y frías palabras tengo tu recuerdo lleno, pero puedes cambiármelo con una cálida mirada y un quiero apostar por esto.
Nadie se muere por nadie eso está claro, pero una parte de mí no quiere más felicidad que la que lleva tu nombre, aunque tras esa felicidad pueda haber al respecto duras condiciones a las que o te adaptas o mueres. Primero las aceptas, luego las soportas y finalmente te das cuenta de que sobrevivir no es precio suficiente para vivir con ellas.
Me remueves cada vez que te pienso y es por eso que no es fácil ignorar tus escasas muestras de preocupación hacia mi actual situación. Te quiero, no sé si lo dije alguna vez, pero hoy estoy segura de ello y si tuviera que volver a sufrir sufriría mil veces con tal de ver la mitad de tu sonrisa o de pasar cualquiera de los calificados peores momentos contigo. Con los peores me conformo, simplemente por estar contigo.
Un mal momento es perfecto si es a tu lado y aunque creo que te has cohibido conmigo por no saber lo que sentías por mi e intentar hacerme el menor daño posible, tus ojos siempre sabían cómo decirme que me querían aunque no si lo suficiente para lo ambiciosos que eran los míos. Era especial, estoy segura y solo espero que desde el otro lado del mundo estés también en tu cama pensando en mí, acordándote aunque sea un minuto al día y esbozarte una sonrisa, para mí ya es darme por satisfecha.
Porque puedo estar sin ti pero prefiero estar contigo. Ríndete corazón, por favor…