La nueva colección de Alexander McQueen supone su regreso a Londres, a su querido hogar. Sus últimas colecciones habían sido presentadas en París, en el marco de la Semana de la Moda, pero la pandemia que estamos viviendo, ha provocado un cambio de planes y de escenario. También es una vuelta a lo que de verdad importa en una prenda, en palabras Sarah Burton directora creativa de la firma: «Forma, silueta y volumen», tres de los rasgos más característicos de los diseños de la casa.
Bajo el nombre de First Light, se erige una colección donde el legado de McQueen se respeta y reinventa una vez más a manos de Burton. Grandes mangas abullonadas, tules, sastrería y voluminosas falda protagonizan esta colección. El tradicional cuero de la casa tampoco se deja de lado y convive con diseños denim o siluetas encorsetadas. Asimismo, negro, rosa bebé y blanco se erigen como los colores principales que visten a las princesas grunge de la casa. Respecto a los accesorios, mocasines y botas dark en color negro y de gran suela completan todos los estilismos.
Esta colección, a la que ya podemos bautizar como icónica, también ha servido para anunciar el regreso del vestido ‘prom’. Vuelven esas siluetas poderosas de cinturas encorsetadas y faldas largas de vuelo, que siempre han sido sello de McQueen, encabezadas ahora por un vestido palabra de honor con cuerpo encorsetado que explota en mil capas de tul rosa empolvado, una auténtica joya de la industria textil. Le siguen otros vestidos largos de delicados tirantes, combinados con gustosos cárdigans cortos y elegantes abrigos.
Lo que a Burton le mueve, y le ha movido siempre, es darle la vuelta a todo y ponerlo del revés: abundan los característicos híbridos de la casa, con abrigos mitad gabardina mitad parka; chaquetas de cuero con mangas de tul que se continúa en las faldas; y sinuosos vestidos de punto, perfectos para la próxima temporada primavera-verano 2021.