Giambattista Valli esta temporada cambió el chip por completo esta temporada, empezando por el lugar elegido para el desfile, un espacio en bruto en el 17 º Arrondissement con grandes ventanas industriales y suelos de hormigón sin terminar, recordando estéticamente al piso diáfano de un artista.
La propuesta de Valli la próxima SS 2018 se inspiró en una historia de amor llena de pasión entre el artista italiano Mario Schifano y la escritora Nancy Ruspoli, dos mundos muy diferentes: Ruspoli era la realeza romana; Schifano tuvo un comienzo humilde de clase trabajadora y se elevó al estrellato en la escena radical del arte posmoderno, los looks contaban el cambio que ambos tuvieron como resultado de su relación: La princesa italiana se cortó el pelo, mientras que Schifano vivía en un palacio renacentista.
«Siempre lo construyo alrededor de una historia de amor; Me encanta esta sensación de mariposas en el estómago «, dijo Valli
Una colección que contaba la historia de amor a través de cada look, asiendo hincapié en el trabajo de valli al encontrar la manera correcta de cómo combinar y crear un armario ultra romántico, como prueba de ello destacamos elementos claves en el vestuario del pintor.
Camisas y pantalones de color caqui, camisas de manga larga con chalecos tricotados estilo años 70 y faldas con volantes, además de estampados florales suavizados con tops de encaje, o un chaleco de lentejuelas recortado con una capa de encaje negro.
El tejido vaquero por otro lado apareció en forma de un chaleco con el logo totalmente explicito, también en chaquetas.
«Me encantaría empezar a ampliar el vestuario de la mujer Valli», explicó en el backstage.
El diseñador romano tiene un entendimiento innato de los códigos de vestimenta de la alta sociedad adquirido a través del tiempo, pese a ello Valli parecía disfrutar y esta realmente en su elemento con sus creaciones de estética abiertamente femeninas: un vestido rosa con hombro al aire y dobladillo asimétrico, otro vestido suave y acanalado, así también grandes vestidos de noche que barrían el suelo y de las que brotaban bandas de volantes horizontales bordado con diminutas rosas o un adorno de hoja de vid verde, los vestidos evocaban la piel de una manera sutil y femenina, una colección identificada con el movimiento #FreeTheNipple.
Piezas sin duda cada una aun más especial que la anterior. un brote de feminidad y ligera transparencia en pasarela.
Una historia de amor – Spring 2018 Ready-To-Wear – Giambattista Valli