Elie Saab llena de magia la pasarela de París con un impresionante desfile inspirado en la obra de ballet clásico «Giselle».
Sus creaciones están hechas para conquistar las alfombras rojas del mundo y la celebrity que se enfunda en uno de sus diseños siempre triunfa. La nueva colección Otoño-Invierno 2017/2018, capitaneada por Hailey Baldwin, es femenina, romántica y maravillosa.
Un cuento de hadas inspirado en la época victoriana ha sido el hilo conductor de este espectacular desfile donde el tul, la organza, las plumas y el terciopelo fueron los tejidos protagonistas. Los vestidos cortos tomaron vuelo mediante volantes y volúmenes, sobre los que se posaron minimalistas abrigos y capas con incrustaciones de lentejuelas bordadas.
Bordada apareció también la flor de lis, estampado protagonista de la colección, que se materializó en detalles dorados y brillantes Swarovski en los encajes o sobre la muselina.
Los tonos del anochecer colorearon esta línea con sombras violetas, azules y granates donde los tejidos dieron prueba del trabajo costurero de esta propuesta que, con la introducción del encaje, típico de la «maison», se metió en el bolsillo a las amantes de las prendas más sensuales, teniendo al negro como protagonista absoluto de la colección.
La nota de tendencia la puso la biker de cuero con aplicaciones y flores bordadas que apunta maneras para convertirse en la nueva prenda it del street style la próxima temporada. Botas altas con efecto legging y pantalones fluidos que se combinaban con americanas pusieron el toque moderno a una colección más bien clásica.
El uso de un finísimo encaje, por ejemplo, en el pecho y los hombros de un vestido negro de cóctel, teñía de sensualidad la colección convirtiéndose así en la nota dominante del desfile, siendo el mejor accesorio para una mujer misteriosa y algo melancólica, que, cual bailarina de ballet, acompaña el estilismo con un discreto moño ligeramente cardado y una diadema, además de un discreto maquillaje ahumado en los ojos.
Un desfile completo y complejo que no defraudó en la París Fashion Week y que nos invitó a soñar por un momento con la romántica historia de Giselle ambientado en la capital de la moda por excelencia: París.